El Barça recuperó el liderato, los goles de Suárez, pero perdió a Messi
Vencieron 4-2 al Sevilla.
El Barcelona recuperó el liderato de LaLiga Santander tras derrotar al Sevilla (4-2), en un partido que encarriló rápidamente gracias a un Leo Messi estelar, pero que dejó de dominar en cuanto el astro argentino se retiró lesionado, en el ecuador de la primera mitad.
La lesión de Messi al cuarto de hora dejó helado el Camp Nou. Antes, el '10' había asistido a Coutinho en el 1-0, a los dos minutos, y marcado, a la contra, el segundo de los azulgranas diez minutos después.
El crack de Rosario había encarrilado él solo el encuentro filtrando un pase entre líneas para que el brasileño la clavara por toda la escuadra y culminando una rápida transición con un disparo cruzado a la base del palo derecho de la portería defendida por Vaclik.
Entre una y otra jugada, el Sevilla también tuvo una oportunidad de inaugurar su cuenta en un contragolpe que acabó con un disparo de Arana al poste.
Pero todo cambió con el encontronazo fortuito entre Messi y el 'Mudo' Vázquez que dejaba a la 'Pulga' aturdido mientras se agarraba el codo derecho con ostensibles gestos de dolor.
El capitán del Barça sería atendido en la banda -incluso se le vendaría el brazo por si podía seguir-, pero finalmente Valverde ordenaba el cambio y daba entrada a Dembélé después de que Messi enfilara dolorido y cabizbajo el túnel de vestuarios.
El encuentro se rompería sin el argentino en el campo. Dembelé intentaba agitar el duelo con varias acciones personales y Luis Suárez y Rakitic desperdiciaban sendas oportunidades para los locales.
También llegaría el segundo aviso de los andaluces en un remate de André Silva que pegaba en el exterior de la red con Ter Stegen prácticamente batido.
Con ventaja de dos goles pero sin la sensación de tener el control del partido se marchaba el Barça al descanso. Encima, el Sevilla daría un paso adelante al inicio de la reanudación.
Luis Suárez lo probaría con un tiro lejano que saldría rozando el palo, pero los de Pablo Machín empezaban a acercarse con demasiada facilidad a los dominios de Te Stegen.
A la hora de juego, el meta alemán salvó al Barcelona en una doble intervención, volando a su escuadra derecha para despejar un cabezazo de André Silva y, acto seguido, tapar el posterior remate a bocajarro de Vázquez.
En la jugada siguiente, Luis Suárez forzaría un penalti de Vaclik que el mismo se encargaría de transformar en el 3-0, para acabar con su sequía personal y dejar prácticamente sentenciado el partido.
El uruguayo pudo hacer el cuarto poco después, pero se encontró con la manopla de Vaclik. Sin embargo, eran el cuadro sevillano quien seguía dominando el choque.
A once minutos del final, un disparo de Sarabia pegaba en Lenglet y despista a Ter Stegen, que solo podía seguir con la mirada la trayectoria del balón hacia la red (3-1).
El meta germano, no obstante, se desquitaría poco después con otra doble parada estratosférica a tiros de Sarabia, de nuevo, y Ben Yedder. Y Rakitic, en la jugada siguiente, hacía de volea el cuarto de los azulgranas. El croata, recordando su pasado sevillista, no lo celebró.
Pero la fragilidad defensiva de los de Valverde se prolongaría hasta el final, en un tanto de Muriel, que culminaría una contra en el añadido para hacer el 4-2.
El equipo hispalense dejó una buena imagen, pero también el liderato en el Camp Nou. El Barça lo recuperó, pero quizá ha pagado un precio muy caro. Porque hoy también perdió a Messi.
EFE