Después del incidente que protagonizó con un aficionado del Deportes Tolima que lo agredió por la espalda, el mediocampista de Millonarios, Daniel Cataño, está nuevamente en boca de todos, pero por el gol que marcó en el triunfo 2-1 sobre Universidad Católica de Ecuador, el cual le dio el paso al conjunto embajador a la Fase 3 de la Copa Libertadores, en donde se enfrentará al Atlético Mineiro.

Cataño, quien respondió a la agresión de Alejandro Montenegro, que motivó que el árbitro Wílmar Roldán le mostrara la tarjeta roja, por la cual recibió tres fechas de suspensión en la Liga, habló por primera vez del tema y sobre lo que sintió en ese momento.

“Nosotros, los jugadores de fútbol, estamos acostumbrados a que nos insulten, que nos tiren cosas, llegas a cobrar un tiro de esquina y te tiran monedas. A mí particularmente me gusta vivir ese ambiente del fútbol, a veces se ve hostil, pero hace parte del fútbol, que la hinchada contraria te silbe y te diga cosas, eso uno lo toma para motivarse para jugar. Pasa en todos los estadios y el fútbol se vive así”, dijo Cataño al programa ‘Primer Toque’, de Win Sports.

“A mí me insultaron, me decían cosas, cualquier cantidad de barbaridades, pero creo que eso hace parte del juego, pero que la gente entienda que ya pasar a una agresión a un jugador no está bien. Cuando yo salto al terreno de juego me están gritando cosas, yo entiendo al hincha, pero de espaldas y llega una persona y me golpea. Yo hubiera querido reaccionar diferente y no  tratar ni siquiera de reducir al agresor, pero esa fue mi reacción y no trato de justificarla porque tampoco está bien, pero si yo de pronto hubiese querido hacerle más daño a esa persona, después de estar en el piso, trato de golpearlo o algo, pero en ese momento Dios me dio la capacidad de aguantar y pensar un poco. Cuando veo que la Policía lo tiene en sus manos, yo lo que hago es retirarme porque uno con rabia puede hacer muchas cosas”, agregó el jugador antioqueño.

Cataño, que tuvo una salida abrupta del Tolima tras fallar un penalti en la final del primer semestre del año pasado contra Atlético Nacional y recaló en Millonarios, envió un mensaje a los seguidores del equipo pijao.

“Con la gente de Ibagué solo tengo palabras de agradecimiento, siempre los voy a tener en el corazón por todo lo que me permitieron vivir como jugador y como persona. A mí lo que más me dolió cuando pasó lo que pasó en Ibagué fue que se pusiera en tela de juicio mi profesionalismo porque muchas personas trataron de insinuar que yo me había vendido, y eso lo que a mí más duro me ha dado porque eso no pasará nunca por mi cabeza”.

Relató que ese día los miembros de su familia estaban en primera fila, en occidental, y cuando iba a patear el penalti, lo que quería era ir a abrazarlos y celebrar el gol con ellos.

Cataño falló el penalti cuando el partido estaba 2-0 a favor del Tolima. Luego Nacional, que se había impuesto 3-1 en la ida, descontó a través de Jarlan Barrera y se coronó campeón.