Colombia, una selección a la que también le sobra voluntad
Los colombianos intentaban jugar, pero la misión de los peruanos era clara: impedírselo a toda costa.
Colombia sufrió más de la cuenta para sacar a Perú y meterse entre las cuatro mejores de la Copa América después de 12 años, pero demostró también que sabe acoplarse al planteamiento del rival y responder con fiereza.
Como dijo tras el partido el seleccionador José Pekerman, su equipo tuvo una voluntad que fue indispensable cuando el talento no respondía.
Sus dirigidos enviaron a casa a un rival que llegó a los cuartos de final en las últimas seis ediciones del torneo y que se quedó con las ganas de avanzar a las semifinales por tercera ocasión seguida.
Un 0-0 en el tiempo reglamentario y la definición en la lotería de los penaltis hizo justicia, esta vez, al equipo colombiano que, sin su mejor juego, propuso más que Perú.
Los colombianos intentaban jugar, pero la misión de los peruanos era clara: impedírselo a toda costa.
Y lo consiguieron, porque al final Colombia cayó en el mismo juego rocoso y de fuerza; y más que fútbol, lo que se vio en el estadio MetLife fue un festival de patadas y caídas histriónicas.
La Colombia práctica de mediocampo hacia adelante que se vio ante Estados Unidos y Paraguay en el grupo A no apareció este viernes.
Y sin el buen fútbol escasearon las opciones de gol.
En los primeros 45 minutos solo hubo una acción de James, cuyo remate chocó en la base del poste izquierdo y salió para que Carlos Bacca rematara sin ángulo.
Mientras que el único susto en la portería colombiana fue un centro de Miguel Trauco que David Ospina sacó con los puños.
La defensa fue lo más ordenado de una selección que tuvo a un Ospina inspirado. En el mediocampo James, Juan Cuadrado y Edwin Cardona mostraron chispazos y los de marca, Carlos Sánchez y Daniel Torres, se batían de tú a tú contra Paolo Guerrero y compañía; mientras que Bacca, que no tuvo su mejor noche, peleaba solo contra el mundo.
En la segunda parte aunque el ritmo bajó, a los 92 minutos, un cabezazo de Christian Ramos fue mandado al córner por Ospina, en la atajada del partido que envió a Colombia a los penaltis y lo demás ya es historia.
Colombia acertó sus cuatro lanzamientos, Ospina atajó uno y Cueva envió fuera otro, lo que clasificó a los hombres de Pekerman a las semifinales de la Copa América doce años después.
En East Rutherford los hinchas colombianos, que sí arrasaron en las gradas a los peruanos, sufrieron a la par de lo que padecía su equipo, pero celebraron al final cuando se impuso por 2-4 desde los once metros.
Las lágrimas de James y el abrazo con Pekerman reflejan la unión de un grupo que sabe jugar y adaptarse a cualquier planteamiento del rival. Pero esto deberá volver a ponerlo a prueba si quiere frenar a México o Chile el 22 de junio en Chicago, y llegar a la final de una copa que no gana hace 15 años.
EFE