Hinchas colombianos en Moscú.
Hinchas colombianos en Moscú.
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EFE

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Colombia: "...Esta tarde tenemos que ganar"

El combinado nacional se enfrenta a Inglaterra, por los octavos de final.

Colombia ganó por goleada a Inglaterra. Al menos en los alrededores del estadio Spartak de Moscú, que este martes echa el cierre como sede del Mundial con el último partido de los octavos de final de Rusia 2018.

Desde el 16 de junio, por aquí ha pasado la ruidosa afición albiceleste -la que más cánticos entona sin necesidad de que se acerque alguna cámara-, la simpática islandesa, polacos -que no necesitaron encender bengalas como en la Eurocopa para hacerse notar-, las coloristas hinchadas senegalesa y brasileña, belgas, tunecinos, serbios y, finalmente, colombianos e ingleses.

Bajo la imponente mirada del Espartaco de 24'5 metros que vigila la entrada del estadio, pasaron todos con aire festivo, sin problema alguno. Intercambiaron fotos y sonrisas y se arremolinaron entorno a los medios, con la esperanza de que los viesen en casa.

Porque, si algo ha caracterizado este Mundial, es el especial ambiente que se ha vivido antes de los partidos, que ha culminado con la llegada de la hinchada colombiana para poner el colofón.

Reforzada por algún componente argentino, dispuesto a enfrentarse a Inglaterra haya donde juegue. Camisetas albicelestes y colombianas botaron al unísono y sin coordinación. "Y ya lo ves, y ya lo ves...el que no bote es un inglés", con una llamada al desorden que encontró una rápida aceptación en los aledaños.

No había posibilidad de respuesta en los escasos ingleses que fueron llegando en pequeños grupos al estadio, mientras a la salida del metro se repetía un lema en multitud de carteles: "I need tickets".

Los temidos "hooligans" británicos, los que hace dos años provocaron los mayores disturbios de la Eurocopa por sus peleas con los ultras rusos, no ha aparecido por el Mundial, como tampoco emergieron los paramilitares locales que, formando verdaderos comandos, sembraron el pánico en Marsella.

El Mundial se cierra en el Spartak Stadium sin incidentes, mientras resuena un grito casi unánime, un deseo compartido por miles de colombianos: "Vamos, vamos Colombia, esta noche tenemos que ganar".

EFE

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