Carmelo Valencia con sus compañeros de clase en el Centro Inca.
Carmelo Valencia con sus compañeros de clase en el Centro Inca.
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Carmelo Valencia pasó de las canchas a las aulas de clases

El exdelantero del Junior, a los 38 años, empezó a validar su bachillerato en Barranquilla. Cuando termine aspira a estudiar administración de empresas.

Con la mismas ganas y la misma entrega con la que salía a a la cancha a disputar cada pelota en la última etapa de su carrera como futbolista en el Junior, le dieran un minuto o 90, Carmelo Valencia volvió al aula de clases con una meta clara: obtener el diploma de bachiller.

Demostrando que nunca es tarde para estudiar, a sus 38 años, 'Tutunendo' cambió el balón por los libros, dejó atrás el uniforme de futbolista y disfruta de sus nuevos compañeros, muchos de los cuales podrían ser sus hijos.

Tras retirarse del fútbol activo con la camiseta del Junior, Carmelo decidió retomar sus estudios, 23 años después de haberlos dejado inconclusos. Cursó hasta noveno grado en Quibdó y, aunque le ofrecían validar el bachillerato a partir de allí, el exatacante juniorista prefirió arrancar desde sexto ya que, confiesa, no se acordaba de nada de lo que había estudiado.

Esta idea la tenía en mente desde antes de la pandemia, pero solo hasta hace tres semanas comenzó a materializarla en el Centro Inca de Barranquilla, ciudad en la que decidió quedarse a vivir.

"Más que el cartón (de bachiller), necesito es el conocimiento", afirma Carmelo, quien en 2020 llegó al Junior por seis meses y se quedó tres años. 

Sus compañeros de clases son estudiantes que oscilan entre los 14, 15 y 16 años y, en medio de risas, cuenta que algunos lo reconocían y otros no. Los de los grados más adelantados sí se dieron cuenta rápidamente de que era Carmelo, el exjugador del Junior.

"Al igual que ellos yo también estoy disfrutando, con responsabilidad, porque muchos de ellos podrían ser hijos de uno. Hablamos poco de fútbol, más que todo de los temas de clase", relata Carmelo, quien acude a clases de 2 a 5 de la tarde y muestra su asombro porque sus fotos en su nuevo rol le han dado la vuelta a toda Colombia.

El exdelantero del Junior en plena clase de biología.

El proceso de validación del bachillerato en el Inca tiene una duración de tres años y va por ciclos. Actualmente Carmelo está en el tercero, que comprende los grados sexto y séptimo.

"Si Dios quiere esos tres años van a pasar rápido para seguir aprendiendo, disfrutando y graduarme con honores", asegura 'Tutunendo', que una vez obtenga el diploma de bachiller se dispondrá a estudiar administración de empresas.

"Estoy pensando en ser empresario, pero no del fútbol, sino de negocios. Lo que no quiero es ser más empleado, sino ser mi propio jefe. Durante 20 años fui empleado, pero ahora quiero emprender, aprovechando que tengo la ocasión y la capacidad para hacerlo".

Pese a ser quien es y el revuelo que ha causado su presencia en el Inca, Carmelo Valencia dice que no quiere tener preferencias con los profesores. "A mí me gusta que me exijan, y si yo no entiendo una cosa y tengo que preguntar 100 veces para que me quede clara, lo voy a hacer".

Las tareas en su casa trata de hacerlas por su propia cuenta, pero si no entiende algo le consulta a su esposa o a sus hijas, con quienes, reconoce, fue malo para ayudarlas a hacer tareas. "Mi esposa me dice que soy terco y que no me dejo ayudar (risas)".

Carmelo Valencia cursó a primaria en su natal Tutunendo (Nariño), luego sexto y séptimo los hizo en el colegio El Bilingüe de Quibdó y el octavo en el Miguel Ángel Mena, de un reconocido profesor de la capital del Chocó. Estando allí, su familia tuvo una crisis económica y a su papá le quedaba difícil pagar los 12 mil pesos que costaba la mensualidad. Una vez llegaron a su salón, con lista en mano, y lo sacaron por moroso. Desde entonces no volvió al colegio porque le daba pena. Se fue para Medellín a pasar unas vacaciones de Semana Santa. Allá empezó a jugar fútbol, se olvidó del estudio y todavía es la hora que no ha vuelto al Chocó. Llegó al Atlético Nacional y solo hasta el año pasado, cuando se retiró en Junior, paró de jugar.

De Barranquilla, la ciudad que le regaló los tres años últimos años de su carrera futbolística, solo tiene palabras de agradecimiento. 

"Me enamoré de esta ciudad, hermano, del cariño de su gente, que me acogió 100%. Aquí el que llega y trabaja honestamente, la gente lo acoge. Aparte, mi esposa es cartagenera y acá está más cerca de su tierra. Mis hijas están felices y aquí nos sentimos como en casa. Uno devuelve lo que le dan y lo que yo tengo es agradecimiento con esta ciudad y de aquí no me voy", concluyó.

Carmelo, el delantero que en 2021 marcó una tripleta con Junior en un partido de Copa Libertadores ante Independiente del Valle, que marcó el segundo gol del equipo rojiblanco para conquistar el título de la Superliga en 2020 ante el América, en Cali, después del fútbol, quiere que Barranquilla le dé ahora un título más importante: el de profesional universitario . Una razón más para llevar a esta ciudad en su corazón.

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