Ferran Torres celebra el gol que le dio el triunfo al Barcelona sobre el Atlético.
Ferran Torres celebra el gol que le dio el triunfo al Barcelona sobre el Atlético.
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EFE

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Barcelona y Real Madrid se citan por octava vez en la final de la Copa del Rey

El club azulgrana avanzó este miércoles tras derrotar 1-0, en el Metropolitano, al Atlético de Madrid.

Ganador por un pase de Lamine Yamal y un gol de Ferran Torres en el minuto 27 y resistente cuando el duelo lo exigió en la segunda parte, el Barcelona alcanzó la final de la Copa del Rey frente al Real Madrid, entre los complejos iniciales del Atlético de Madrid (1-0).

Los más grandes del fútbol español se enfrentarán en la final por octava vez en la historia del torneo. El balance es ligeramente favorable al conjunto madridista, que ha ganado cuatro veces el título ante el equipo barcelonista. Esta será la primera vez que el clásico definirá la corona en La Cartuja.

En la conexión entre Lamine y Ferran, beneficiados por la duda persistente y decisiva de Musso en su salida. La acción decisiva que dejó sin nada al Atlético, rebelado en la segunda parte, pero reducido de ocasiones. Ni un remate entre los tres palos, más allá de un gol anulado. Sólo le queda el Mundial de Clubes.

Cada carrera de Lamine Yamal, cada quiebro en su perfil, cada giro hacia el medio, cada combinación con Ferran Torres, cada aparición de Raphinha (dos entradas sobre él provocaron dos amarillas a Azpilicueta y De Paul en menos de cuarto de hora), cada desmarque, activó el ciclón azulgrana para poner en jaque al Atlético.

La sensación inequívoca del futuro gol del Barcelona. Una lección que, en cualquier caso, necesitó siempre de la duda del Atlético, personificada en Musso… Como en la ida.

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La tristeza de los jugadores del Atlético de Madrid tras ser eliminados de la Copa del Rey.La tristeza de los jugadores del Atlético de Madrid tras ser eliminados de la Copa del Rey.EFE

Cierto que el pase de Lamine Yamal, otra vez, fue maravilloso, como tantos y tantos que ofrece a sus compañeros. También que el desmarque de Ferran Torres, indetectable, fue perfecto, más rápido que el portero argentino en su salida. Reaccionó tarde y mal a un balón que debió ser suyo. Ferran sólo tuvo que sortearle con facilidad.

El 1-0 en el minuto 27. Incontestable el Barcelona, un mazazo para el Atlético, preso de un continuo ataque de nervios en cada lance dentro de su área en toda la primera parte.

No supo meterle mano Simeone al partido en el primer tiempo, desbordado completamente en el aspecto táctico por Flick y sus muchachos, en un nivel absolutamente superior en la primera mitad.

De vuelta al vestuario, el técnico del Atlético propuso el enésimo plan. Adentró en el terreno, para rebelarse contra el panorama opresivo del encuentro, a Sorloth, Lenglet y Galán para prescindir de Giuliano, Azpilicueta y Reinildo.

El Atlético insistió. Un gol anulado por fuera de juego a Sorloth activó ya definitivamente la alarma del Barcelona. Flick recurrió a Lewandowski. A su mejor goleador. En el minuto 73. Y decayó el equipo rojiblanco, que necesitaba más de Julián Alvarez y mucho más de Griezmann en esa ofensiva desesperada sofocada por los azulgranas, con Araujo providencial en los últimos instantes, rumbo a la final, mientras lidera LaLiga y compite en los cuartos de final de la Liga de Campeones.

EFE