El ídolo porteño Carlos Bacca brilló y condujo la goleada de Junior 4-2 al Deportivo Independiente Medellín la noche de este sábado en el Estadio Metropolitano, al anotar un gol y dar una asistencia a Fernando Uribe, para devolver al camino de los triunfos a los ‘Tiburones’. 

La noche estaba falta de ambiente y solo el anuncio por los parlantes del estadio de la titularidad de Carlos Bacca la pudo calentar. La gente todavía estaba dolida de la derrota de la semana pasada en el cumpleaños del equipo y una modesta entrada al Metropolitano lo dejó en evidencia. 

Bacca se mostró intenso desde el primer minuto. Calentó a todo motor y respondió con aplausos los coros de la tribuna. 

La gente tampoco es que hubiera tenido que esperar mucho para celebrar. Era una necesidad que tenían, gritar un gol luego de la amarga experiencia. Así era para todos los asistentes, incluido el entrenador argentino Juan Cruz Real, que tras la reunión del lunes con Fuad y Antonio Char necesitaba un resultado. 

Bastaron tres minutos, una pelota quieta y el rebote consecuente. A los 3 minutos el defensa zurdo César Haydar marcó su primer gol con Junior tras reflotar la pelota y soltar un izquierdazo que se desvió en un contrario y se anidó en el ángulo superior derecho del arco para montar a los de casa. 

No hubo tiempo ni para analizar si Junior estaba jugando bien o mal. La gente se acomodó en sus puestos para comenzar celebrar de inmediato y soltar la presión que tenían por dentro. 

El Medellín tomó de inmediato el control de la pelota para acosar, pero la defensa estuvo despierta y en la mitad el argentino Iván Rossi comenzó a ganarse sus primeros créditos para establecerse como titular, con un buen criterio para el quite de la bola y la entrega. 

El segundo tanto de la noche llegó también por intermedio de un primerizo en los asuntos de anotar con la rojiblanca. 

Freddy Hinestroza se robó la banda izquierda y tiró un centro perfecto al segundo palo donde Walmer Pacheco, de chilena, remató contra el piso, para hacerla rebotar y descontrolar al portero Andrés Mosquera Marmolejo y ampliar la cuenta a 2-0. 

Había tranquilidad para los aficionados, que veían a un equipo contundente, sin mucho control de la pelota, pero con la puntería para definir rápidamente una interesante ventaja en las acciones, a los 24 minutos. 

Por otro lado, Carlos Bacca estuvo inquieto durante toda la primera mitad. Y tuvo una clara sobre el final del primer tiempo, cuando salió de la marca rival, para darse media vuelta y en la medialuna sacar un tiro que se fue desviado por poco. 

Al descanso Juan Cruz Real respiraba con tranquilidad, con una buena respuesta por parte de sus jugadores. Ahora tenía que encaminar todo para rematar bien en el segundo tiempo y hacer un partido redondo, ojalá con más goles en el camino. 

Junior salió a apretar y estuvo a punto del gol para dejar sentenciada las acciones. Al primer minuto de la segunda etapa, Carmelo Valencia apretó al arquero Mosquera Marmolejo, robó la bola y la tocó a un Bacca que venía entrando y falló la opción, para el suspiro de los aficionados. 

Pero el goleador tuvo su revancha casi que instantáneamente. 

Bacca se aprovechó de un pestañeo de la defensa antioqueña, les robó la pelota y perseguido por todos ellos entró al área y encaró al portero para definir con un suave toque que entró a la cabaña visitante para el 3-0, a los 52. 

El segundo gol del porteño en su regreso, el primero en el estadio Metropolitano. Rodillas al piso para agradecer a Dios, luego celebración con el bailecito con sus compañeros.

Sin embargo, Junior se volvió a complicar la vida, pues el equipo se durmió en una posesión del rival, que cruzó una pelota al segundo palo hasta donde llegó Jean Pineda para empujarla y descontar para el 3-1 y darle aire al ‘Poderoso de la Montaña’. 

Al minuto 71 Junior terminaría de distanciarse en el marcador. El volante Nelson Deossa recuperó la bola, la tocó a Bacca y este soltó la bola al espacio para el recién ingresado Fernando Uribe que encaró al portero para tirar a la puerta y aumentar la diferencia a 4-1. 

No todo fue alegría, pues Uribe debió salir de la cancha de inmediato, no alcanzó a celebrar su gol en el regreso tras el fallecimiento de su madre, por un tirón que lo obligó a abandonar el campo en camilla y con llanto, no tanto por el dolor físico, sino por la decepción. 

El Medellín se aprovechó de los descuidos del local para el 4-2 definitivo, en una jugada de pelota quieta, en la cual anotó el defensa central Jorge Segura para maquillar la derrota. 

Sea como fuere, el triunfo fue oxígeno puro para el equipo, el entrenador y los aficionados. Junior llegó a 12 puntos y se conserva dentro de los ocho primeros del torneo. 

Además, afrontará con tranquilidad la media semana que tiene antes del duelo de vuelta por los cuartos de final de la Copa Colombia ante el Atlético Nacional, donde la ventaja es de 3-0 para los barranquilleros.