6 de cada 10 están en contra de la celebración de la Copa América, revela estudio
El evento contó con el beneplácito de Bolsonaro y ha sido ampliamente criticada por sectores políticos, sanitarios y deportivos.
El 61 % de los brasileños son contrarios a la celebración en el país de la Copa América, que arrancará el próximo domingo en Brasilia en medio de fuertes críticas por la alta incidencia de la pandemia de coronavirus, según un sondeo divulgado este viernes.
La encuesta, elaborada por el Instituto IDEIA y publicada en el portal 'Exame', recoge que tan solo uno de cada cuatro brasileños (24 %) está a favor de la realización del torneo, mientras que un 16 % no se posicionó al respecto.
Destaca, asimismo, que la suma de los porcentajes es superior a cien porque redondeó los resultados.
Además, un 75 % de los entrevistados afirmó que la Copa América, que se extenderá hasta el 10 de julio, "puede provocar un empeoramiento de la situación pandémica" en Brasil.
El gigante latinoamericano es uno de los países con más castigados por la COVID-19, junto con Estados Unidos y la India, y hasta la fecha acumula más de 17,2 millones de infectados y 482.000 fallecidos asociados a la enfermedad.
"Cuanto mayor es el grado de desacuerdo sobre la celebración de la Copa América, mayor es el rechazo al Gobierno" del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, señaló en un informe Maurício Moura, fundador de IDEIA.
En su opinión, el sondeo, que tiene un margen de error de tres puntos y es fruto de entrevistas telefónicas a 1.252 personas entre los días 7 y 10 de este mes, evidencia que la discusión tiene un marcado "sesgo político".
"Obviamente que la mayoría no ve beneficio en (albergar) la Copa América y cree que empeorará la situación pandémica", pero "quien es indiferente tiene un grado de correlación mayor de aprobación al Gobierno", añadió.
Brasil fue el escenario elegido a última hora para la Copa América después de que las sedes iniciales, Colombia y Argentina, desistieran del mismo por diversas razones, entre ellas la pandemia del coronavirus.
La decisión de llevar el torneo a Brasil, que ya fue anfitrión la pasada edición de 2019, contó con el beneplácito de Bolsonaro y ha sido ampliamente criticada por sectores políticos, sanitarios y deportivos.
La semana pasada se especuló incluso con un posible boicot por parte de los jugadores, encabezado por los brasileños, quienes finalmente optaron por disputar el torneo, aunque criticaron la forma en la que se ha organizado.
La Corte Suprema de Brasil despejó en la víspera todas las dudas al rechazar tres recursos que pedían la suspensión del torneo por motivos sanitarios.
EFE