‘Cara sucia’: saqué adelante a mi familia y mi carrera a punta de payasadas
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El payaso será el gran homenajeado en el ‘Encuentro de Comedias 2014’ del Carnaval de Barranquilla.
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El payaso será el gran homenajeado en el ‘Encuentro de Comedias 2014’ del Carnaval de Barranquilla.
Tussie Bowie Corpus
“Mi primera actuación en el Carnaval de Barranquilla fue en 1970. Me robé una sábana del hotel donde yo vivía en esa época, le hice dos huecos para los ojos, le pinté la boca y así salí a la calle y me gocé la fiesta, que después de 44 años continúo amando, respetando y valorando como el primer día que vi el desfile de Batalla de Flores”.
Así recuerda el payaso ‘Cara sucia’ mientras entorna los ojos y una mirada de nostalgia se asoma en sus iris camaleónicos, que cambian del gris (pigmentación que toman los ojos con los años por causa de la vejez) y el verde natural.
Tal vez, el nombre de José Fernando Herrera no diga mucho para los barranquilleros, incluso para los vecinos del artista que vive en la calle 80 número 26C1-31, pero al nombrar al payaso ‘Cara sucia’, la actitud de los habitantes del barrio ‘El Silencio’ cambia y todos señalan la humilde casa de mitad de cuadra, de fachada azul, en la que vive el payaso con Evelia Acuña, su esposa desde hace 26 años y sus cuatro hijos Martha, Miguel, Ana y Rosemary Herrera.
“Muchas veces no nos han llegado encomiendas porque cuando preguntan por el nombre de pila de mi papá, los vecinos quedan azul (expresión popular de no tener idea) y no saben de quién se le está hablando”, contó el hijo de ‘Cara sucia’, Miguel, quien también sigue los pasos de su padre y es conocido como el payaso ‘Monedita’, quien se distingue por su altura: 1.94.
Este hijo adoptivo de Barranquilla de 71 años de edad, se ha convertido con el transcurrir de los años en un personaje ilustre del Carnaval, debido a la energía y legado cultural que le ha dado a ‘La Arenosa’.
“Pisé suelo barranquillero el 29 de octubre de 1969. Me vine solo con lo que tenía puesto y con el corazón roto porque mi primera esposa me había dejado y se llevó a mis hijos mayores. Vine por 15 días a Barranquilla para pasar la ‘pea’ y ya las dos semanas se extendieron a 44 años”, comentó entre risas el payaso.
José Fernando Herrera nació el 29 de mayo de 1943 en Cali, capital del Valle del Cauca. Es el hijo mayor de una familia burguesa de la ciudad, de la cual se rebeló para dedicarse a las artes y estudiar Teatro en la Universidad de Bellas Artes de la capital del Valle.
Dijo que su familia detestaba a los payasos.
“Recuerdo que la primera vez que vi uno yo estaba muy niño y el circo había llegado a la ciudad, en vez de sentir miedo, yo pude compenetrarme con lo que vi y enseguida supe que me quería dedicar a entretener a los niños toda la vida”, aseguró el hombre sentado en su silla favorita en la sala de su casa y acariciando a sus muñecas de Carnaval, “a las cuales les gasta más plata que a mí”, reprochó su esposa en la cocina mientras servía un vaso de gaseosa.
Durante su adolescencia participó en un programa local llamado ‘Telecirco’, el cual le dio la oportunidad de viajar a Bogotá y mostrar su talento.
Trabajando con los niños de la calle nació el nombre de ‘Cara sucia’, ya que así eran conocidos los pequeños del sector a los cuales les dio clases.
“En ‘La Nevera’ (Bogotá) me pude sostener por un tiempo pero yo no cambio Barranquilla por nada del mundo”, agregó mientras buscaba sus maquillajes.
“Porque esta casa parece más hogar de loca (gay) que de una familia normal. Todo el día me peleo con mis hijas por los maquillajes porque me los cogen y no los ponen en su sitio. Así que el que pasa escucha: ¿Dónde está mi pintalabio? ¿Dónde está mi delineador? Y todo el mundo cree que aquí vive un marica”, agregó mientras esbozaba otra carcajada que develó el alma de un eterno niño. Si todos llevamos un niño por dentro, ‘Cara sucia’ lleva un jardín infantil.
En Barranquilla
Quien le tendió la mano en esa época fue el sacerdote Hugo Moreno, rector del Colegio San Francisco, el cual lo contrató como profesor de teatro. Así desarrolló su carrera de académico en Barranquilla.
La docencia es su segunda pasión y como ‘profe Cara sucia’ ha recorrido varios lugares de Colombia como su natal Cali, Bogotá, Cartagena, Sincelejo (donde fundó el primer Grupo de Teatro Experimental) y Barranquilla.
Oportunidad en el Carnaval
Gracias al historiador y escritor Alfredo De la Espriella tuvo la oportunidad de ingresar al Carnaval de Barranquilla.
En su primer desfile realizado en la Murillo, el ánimo de la gente fue tal que lo comenzaron a llamarlo para que hiciera parte de las fiestas infantiles más selectas de las familias más acaudaladas de Barranquilla.
Con el tiempo introdujo a su novia de los cuatro días de Carnaval, la muñeca ‘Anacleta’, una fascinante mujer adicta al baile y la recocha con la que se rumbea todos los desfiles del Carnaval.
‘Anacleta’ no fue la única que la acompañó para festejar. Poco a poco sus retoños se fueron uniendo al Carnaval y con el tiempo ‘Tapita’ (Martha, su hija mayor), ‘Monedita’ (Miguel) y ‘Terremoto’ (Rosemary, su hija menor), continúan el legado de su padre y lo acompañan en las presentaciones.
“Construí mi carrera a punta de payasadas, pero ahora yo salgo de adorno, porque mi cuerpo no me deja hacer muchas cosas, pero son mis hijos los que me llenan de orgullo porque sé que en ellos recae el futuro de la comedia de la familia”, aseveró mientras pintaba su cara con maquillaje blanco, luego con un lápiz de ojos negro dibujaba unos garabatos, pintaba su boca con pintalabio rojo y finalizaba con la infaltable nariz roja.
Enfermedad que no es payasada
Lo único que no es una payasada en la ‘casa de la risa’ del payaso ‘Cara sucia’ es la diabetes que sufre el actor desde hace algún tiempo y la cual ha afectado su cuerpo, que han tenido que amputarle un dedo del pie derecho y otro del izquierdo.
Su trabajo se convirtió en su propio enemigo y lo condenó a una diabetes por la cantidad de dulces, tortas y helados que consumía en las miles de fiestas infantiles que ha animado.
“¡A él no le importa salir enfermo a disfrutar del Carnaval. Así esté ardiendo en fiebre se pone sus zapatos grandes, su ropa brillante y si infaltable sombrero verde y se pierde de la casa!”, le reprochó la esposa, metiéndose en la entrevista.
Y agregó “Ya tiene dos huecos en la planta de los pies y si no se cuida. Van a tener que mochárselos (amputarlos) también”.
El año pasado, tuvo que ser llevado de emergencia a la clínica, luego de que un bajón de energía en plena Batalla de Flores le jugara una mala pasada.
La muerte de un pretinazo
“Yo quiero que la muerte me llegue de un momento a otro y de un solo pretinazo”, es la convicción de ‘Cara sucia’, quien pese a sus achaques se siente con un niño de 15 años de edad.
“No hay nada más triste que un payaso enfermo y tirado en la cama. Así que yo le ruego a Dios que cuando Él decida recogerme, lo haga rápido y que cuando todo el mundo pregunte por mí, se sorprendan por mi partida”, manifestó mientras se ponía su atuendo de payaso, sin ninguna ayuda porque no le gusta, y le daba los últimos retoques a la peluca salmón.
Ya dejando de lado a José Fernando y entrado a escena ‘Cara sucia’, el animado quiere que lo recuerden como un hombre que lo dio todo por la diversión de los niños de Barranquilla y quien se esmeró por dejar un legado cultural en la ciudad.
El homenaje al payaso se realizará en los cuatro días de Carnaval en el ‘Encuentro de Comedias’ que se llevará a cabo en los parques Metropolitano (sábado), Olaya (domingo), Calancala (lunes) y Almendra (martes), a partir de las 5 de la tarde.
‘Cara sucia’ nunca saca a pasear sus tristezas. Hizo una excepción al desnudar al adulto que cubre su alma de niño. De eterno niño juguetón.