Desde que la Gobernación le notificó el cobro de la estampilla, la empresa ha acudido a toda clase de recursos jurídicos para no pagar. Hay quienes, con la indignación que todo esto genera, manifiestan que Bavaria se merecería un boicot costeño, de no consumir sus cervezas, reemplazarlas, por ejemplo, con Corona, en señal de protesta.