El Gobierno argentino entregó este martes los premios Juana Azurduy a las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo por su lucha en defensa de los derechos humanos, en la víspera del 45 aniversario del inicio de la última dictadura militar del país (1976-1983).
En el acto, que se celebró en el Museo del Bicentenario de Casa Rosada, estuvo presente el presidente Alberto Fernández, junto al secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, y tres de las galardonadas: las presidentas de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, Lita Boitano; de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Taty Almeida; y de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
También estuvieron presentes de forma virtual 71 madres y abuelas de todo el país, a quienes se reconoció su labor en la lucha por la "memoria, verdad y justicia" con los desaparecidos en dictadura, que según los organismos de derechos humanos son 30.000 personas.
Coraje y no venganza
El presidente recalcó el "coraje" de las galardonadas,"que se animaron a lo que el resto de la sociedad no se animó, en una gran soledad".
"En esa sociedad que estaba tan aterrada apareció un día un grupo de madres, que empezó a plantearle a los dictadores, a los genocidas, empezó a preguntarles dónde estaban sus hijos, empezamos a ver con asombro el coraje de esas madres", aseguró Fernández.
EFE