Luz Marina Cortés es una mujer residente cerca a la parroquia de San Rafael en la calle 30, barrio Rebolo, en el suroriente de Barranquilla.

Devota del santo y apoya a la iglesia permanentemente.

El pasado sábado, la mujer, después de una actividad en la iglesia para recoger fondos para una iglesia, salió por el garaje. 

“Cuando voy caminando ‘zácate’ me fui al hueco”.

Para suerte de Luz Marina “mis amigos estaban esperando que yo atravesara la 30 y me sacaron de la alcantarilla”.

En el sector se adelantan trabajos de reconstrucción de la vía, y según denuncian vecinos, falta señalización en las obras.