Hace 27 años, doña Carmen Aguino hizo en Cali el sacrificio más grande que una madre puede hacer por su hijo: entregarlo a otros brazos para que una mujer extraña lo criara como su hijo. 

Luego de 8 meses de haberlo parido, Carmen se dio cuenta de que no podría sostener al pequeño. En ese momento lo entregó a otra familia que se lo llevó a vivir a Canadá, donde se convirtió en Piere Oliver, un conocido boxeador que bajo la bandera canadiense se ha pasado por los cuadriláteros del mundo. 

Piere le encargó la dura misión al periodista Marco Pérez de buscar a su mamá y el comunicador lo plasmó en una crónica documental en la web especializada BoxeodeColombia.com. 

Esta es la historia de un lazo de sangre que se resistió a la distancia, el tiempo y los golpes de la vida que no lograron noquear el amor del boxeador por su mamá.