Ventura Emilio Díaz Mejía.
Ventura Emilio Díaz Mejía.
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Ventura Díaz Mejía…¡Verdadero titán de la radio!

Entre jocoso y orgulloso expresa que su cumpleaños se celebra en todo el mundo, porque nació 31 de diciembre (último día del calendario gregoriano) del siglo pasado.

Entre jocoso y orgulloso expresa que su cumpleaños se celebra en todo el mundo, porque nació 31 de diciembre (último día del calendario gregoriano) del siglo pasado.   

Ventura Emilio Díaz Mejía, hijo mayor del matrimonio católico de Manuel R. Díaz Pereira y Dora María Mejía Sánchez explica, también, que su patronímico es producto de una deliberación familiar: su padre propuso llamarlo Ventura (en honor a su abuelo paterno, que así se llamaba) y su señora madre, Emilio (por el segundo nombre de su abuelo materno) que, igualmente, así respondía. Para su nombradía no fue tenida en cuenta su fecha onomástica o santoral que indica que 31 de diciembre es el día de San Silvestre.            

Ventura vio la luz por primera vez en su vida en la Clínica Maternidad Paraíso (Policarpa Salabarrieta) de la calle 47 (Paraíso) con carrera 44 (Cuartel) de Barranquilla.                                                                         

Estudió en instituciones públicas: primaria en la Escuela Anexa a la Normal del Litoral Atlántico y  bachillerato en el Colegio Nacional José Eusebio Caro, de donde egresó en 1962, con título en mano.                                 

Parte de su niñez y juventud transcurrió en el legendario Barrio Abajo, alrededores del estadio de béisbol Tomás Arrieta, hoy remodelado como Édgar Rentería y en Cevillar, barrio construido en terrenos pertenecientes al señor Celio Villalba Rodríguez, al suroccidente de la Puerta de Oro de Colombia. Su crianza se forjó bajo el precepto católico y el respeto por los demás.                                                                                          

En las aulas de secundaria se producen sus primeros escarceos radiales. Destacado en las cátedras literarias por leer poemas y recitar poesías, además por su potente voz, sus condiscípulos lo instan a incursionar en la locución radiofónica, lo cual obedece y se presenta a un concurso que buscaba nuevas voces, en un programa meridiano animado por Gustavo Castillo García y Cécil Alfonso Pardo Bornachera, a través de la Voz de Barranquilla. Luego de varias pruebas en vivo en el radioteatro de la emisora, Ventura fue escogido para someterse a exámenes orales y de cultura general ante una comisión del Ministerio de Comunicaciones para obtener Licencia de Locutor, obligatoria para poder trabajar en radio.                     

 Cuenta Ventura que él presentó las pruebas y se olvidó de ello porque su propósito, al término del bachillerato, era estudiar Arquitectura, pero días después fue sorprendido por un aviso cablegráfico que le notificaba la aprobación del examen para locutor y, con licencia en mano, salió a buscar micrófono. Se presentó a Radio Variedades, emisora de un señor antioqueño, Gustavo Cardona Agudelo, irascible y aguardientero, quien le permitió hacer prácticas allí, donde lo orientó Agapito Contreras, locutor de planta que le da el visto bueno para sentarse ante el micrófono y la consola de la estación.                   

Con la inexperiencia propia del novato y el natural nerviosismo, Díaz Mejía se ubicó ante los equipos pero todo salió mal: baches por aquí, baches por allá, micrófono sin cerrar y, de contera, “cipote regaño del viejo Cardona”, quien le dijo que rompiera la licencia porque no servía para eso. Aquello fue debut y despedida.                                                                                              

Facsímil de la licencia de locutor.

“Me queda la otra parte de la alternativa” pensó Ventura y se inscribió en la afamada Facultad de Arquitectura de la Universidad del Atlántico pero, infortunadamente, no obtuvo el puntaje necesario para estudiar la soñada carrera, por lo que decidió finalmente, entrar de lleno a la radio.                                                 

Para ese entonces gozaba de amplia sintonía Emisora Riomar, musical y deportiva, la que en su programación incluía una novedosa sección, para promocionar dos de sus productos, auspiciada por la Cervecería y que decía: “Águila y Aguilita, tan buena la grande como la chiquita, presentan la Parejita Musical”…                                                                           

 A la estación llegó el bisoño locutor en logro de oportunidad. Efraín Peñate, quien laboraba ahí, ‘’ le vio madera’’ al joven y no dudó en recomendarlo a la Directora, Nancy Botello (q.e.p.d.), destacada dama de la radio como locutora y publicista,  quien le dio el chance pedido, en calidad de “pinch hitter” o locutor emergente y Peñate Rodríguez, quien narraba el futbol amateur del Atlántico, lo escogió como locutor de los anuncios comerciales desde el Romelio Martínez.                                                                                                                            

El sistema Radio Reloj era de los más importantes y exigentes en ese momento y la población de locutores era pequeña; en consecuencia las emisoras requerían profesionales de la locución  a cada momento.                                                                                                   

En Reloj se presentó la oportunidad y Ventura la aprovechó. Entró a la ‘’emisora de todas las horas’’ y alternó allí con colegas de más experiencia: Humberto Restrepo Viñas, Miguel R. Hidalgo, Pedro Vizcaíno Oliveros y Edgardo Moscarella y Noguera. Corría el año 63 y el sueldo mensual era de seiscientos cincuenta pesos.                                                                                     

El viernes 22 de noviembre de 1963 se produjo un hecho que estremeció al mundo: el asesinato del Presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, estando Ventura de turno en Reloj. Recibió indicaciones de enlazar la emisora al sistema nacional de Caracol, de la cual era filial, para conocer más detalles de la muerte del mandatario gringo. En esa instancia le nació el interés por el tema noticioso. Alrededor de un año fue su duración en Radio Reloj porque fue llamado a Radio Kalamary a trabajar al lado del Coloso Jaime Jiménez, quien leía las noticias y narraba béisbol; de Fernando Dávila López, que prologaba, noche tras noche, la Serenata Galante, romántico programa que arrollaba sintonía entre las damas, principalmente, sobre todo por la cautivadora voz del presentador.                                                             

En 1964 y parte del 65 laboró en la Voz de Barranquilla, una emisora grande, afiliada a RCN, administrada por Hernando Franco Bossa, radiomán de primera línea, quien todo lo que creaba era de admirar. Aquí compartió micrófono con Pedro Vizcaíno, otra vez; con Jacobo Rivera Pertuz y Boris Vergara De la Rosa, como director. Ventura puso al aire “Llamando a la juventud”, de 5 a 6 de la tarde y contaba con un club de fans del movimiento Nueva Ola, con baladas y canciones rebeldes, propias de esos años cabellones.                                                                                                

Sin prisa, pero sin pausa, Díaz Mejía escalaba peldaños diariamente y su función se fortalecía minuto a minuto, con la convicción de que quien trabaja con fe consigue lo que busca.                                                                              

En octubre de 1965 salió al aire la emisora de mayor potencia y alcance del Área Caribe: Radio Libertad, con 50 kilovatios, frecuencia privilegiada en el dial en  600 kilohertzs y señal distintiva HJHJ, que permitía ser sintonizada en cualquier lugar de Colombia y en el exterior. Libertad fue novedad. Boom radial por donde se le oyera. Reclutó a los mejores locutores, periodistas y operadores del momento. Era una sociedad conformada por los cuñados Roberto Esper Rebaje y Nadín Fayad Moisés, hermano de la esposa de Esper, Nadime. La visión de estos socios se extendió al negocio del mercadeo minorista, a través del Supermercado Robertico, “donde usted compra como pobre y come como rico”, eslogan ideado por el Inquieto Anacobero, el cantante boricua Daniel Santos a quien Esper contrató en varias ocasiones para actuaciones en Colombia.                                                             

Radio Libertad contó con el más granado personal: Gustavo Castillo García, Director General; Marcos Pérez Caicedo con su radioperiódico Informando y la narración del béisbol; Camilo Monroy Romero, abogado-periodista, director del programa cívico Servicios; Tomás Barraza Manotas, ideador de las transmisiones de los partidos del equipo Junior por fuera de Barranquilla, en 1966; Juan Illera Palacio, narrador de futbol y periodista deportivo y la plantilla estelar de locutores encabezada por Ventura Díaz Mejía y Abel González González Chávez, quienes hicieron dupla en un programa vespertino, de corte musical-juvenil llamado Abel y Ventura en tiempos de locura.

También integraron esa nómina de voces Juan Eugenio Cañavera, Eduardo Fabuez Karut, Tulio Pizarro Herrera, Efraín Peñate Rodríguez, Rafael Xiqués Montes…Los operadores de sonido eran los mejores de ese entonces: Eduardo Dávila Santiago, Salomón Nárvaez Núñez, Héctor Escorcia, Dagoberto Castro Salcedo, Jorge Elías Molinares, Alfredo Molina…                                                                                                    

Con Gustavo Castillo entregando un premio.                                                                                                 

Gracias a su voluntad, dedicación y deseo de sustentarse profesionalmente, Ventura fue ganándose la confianza y admiración de quienes lo superaban en tiempo y experiencia y fue así como, en los cuatro años que prestó servicios a Radio Libertad, Marcos Pérez le depositó crédito para ser su reemplazante en el radioperiódico Informando y en la narración de los encuentros beisboleros; Gustavo Castillo lo convirtió en su socio y par en la animación del programa de radio-teatro Cosas de mi tierra, en la lectura del informativo nocturno Noticiero Libertad (10:OO pm) y en la grabación de propaganda comercial y promociones de la emisora.                      

Cuando el ‘viejo Marcos´ llegó a Libertad fue sustituido en la Voz de la Patria por su hermano Rafael, quien “no dio chicle” en las noticias  y fue desbancado por Edgar Perea, quien meses más adelante lía bártulos a otra emisora y se origina un vacío noticioso que fue cubierto por Díaz Mejía, a pedido de los hermanos Vasallo, regentes de la ‘emisora de la tonalidad perfecta´. Al poco tiempo se armoniza la llave y Ventura y Gustavo se paseaban tranquilos y triunfantes, con su estilo a dos voces, entregando noticias y adelantando campañas cívicas y sociales en pro de Barranquilla, por diferentes emisoras: Voz de la Patria, Radio Olímpica, Emisoras ABC, afiliada a Todelar y, de nuevo, Radio Libertad.                                                   

Ventura y Gustavo en plena acción noticiosa.                                                                                                   

Más adelante Ventura viajó a Bogotá en diligencias personales. En la capital colombiana Jairo Tobón De la Roche, gerente de Radio Continental, matriz del Circuito Todelar, socio del mismo y conocedor del estilo del barranquillero, lo contrató como lector de la emisión matinal del Noticiero Todelar de Colombia y como animador en el estadio El Campín, al lado de Pastor Londoño y Hernán Peláez Restrepo. Apenas tres meses duró su estadía en Bogotá, porque Esper Rebaje, ya dueño absoluto, lo contrató como locutor y director del Diario Hablado y de Radio Libertad, respectivamente,  paso considerado como su despegue definitivo como hombre de noticias y periodismo. Tal ejercicio permaneció hasta 1976.     

En estas instancias apareció en escena, una vez más, Efraín Peñate en favor de Ventura Díaz.                                              

Peñate le sugirió a su tocayo Tejada Flórez, gerente de Organización Radial Olímpica (O.R.O.)  que no había razón para que Emisora Atlántico no tuviese su propio informativo y, peor aún, que retransmitiera el de Marcos Pérez que se originaba en Radio Reloj. Ya Díaz era conocido, aceptado y escuchado lo que le valió para ser el ungido para el informativo de la matriz de O.R.O. El 26 de julio de 1976 comienza Noticiero Atlántico, bajo su égida y se inicia, también, la tarea de posicionar el informativo.                                  

Dos años más adelante comienza estudios de Derecho en Universidad Libre y gradúa como abogado el 30 de julio de 1984. Afiebrado por las leyes se idea la transmisión de grandes audiencias de graves delitos ocurridos en Barranquilla y alrededores. Esos certámenes jurídicos despiertan el interés de los oyentes lo que catapulta la sintonía del informativo, dado que los penalistas que tenían a su cargo dichas audiencias eran reconocidos tratadistas del Derecho: Miguel Bolívar Acuña, Diego León García y José Ramón Picalúa, entre otros.

Ventura, que no escondió nunca su deseo de servir desde la administración pública, aceptó una nominación a un cargo de elección popular y fue elegido Gobernador del Atlántico en 1999.                                                                                                      

“Yo, siempre he hecho un periodismo de contenido social…”.                                                                                                                           

Lo que sus amigos piensan de Ventura.

Miguel Bolívar Acuña, consagrado abogado penalista, vencedor en grandes y sonados debates y audiencias en los estrados judiciales, exalcalde de Barranquilla, defensor de causas populares, radiografía con sus palabras la importancia de su alumno.

Ricardo Díaz de la Rosa, periodista de aquilatada carrera, analista equilibrado, amigo, colega y co0mpañero de Ventura también tiene su referencia en la que lo describe en su dimensión humana y profesional.               

Conceptos varios del radioperiodista invitado.

‘’La radio colombiana ha avanzado mucho en materia tecnológica y es, además, de las mejor estructuradas en aspectos de creatividad’’.                                                                                      

‘’Tengo una preocupación por la radio que se hace en algunas emisoras de FM…Para quienes fuimos formados en el proceso de AM llama la atención que en estaciones con sonido estéreo estropeen el rico idioma castellano, que pequen de populacheras, que contravengan la norma de que la radio es un vehículo de cultura, de entretenimiento y de información…Me duele cómo algunos colegas en FM irrespetan al micrófono y al oyente con referencias vulgares y soeces’’.                                                                                                                                                 

‘’Hay un gran ejemplo en FM: el barranquillero dicharachero, bacán o bacano, el del apunte ingenioso, el del relajo fino, quedó inmortalizado en un tremendo locutor: Jairo Paba…El Líder, como era llamado, jamás cayó en la vulgaridad en sus programas y transmisiones…Elaboraba sus libretos, tenía sus guionistas y sus colaboradores eran advertidos de no caer en la vulgaridad, en la plebedad como se estila en la aldea…Cómo hace falta Jairo’’.                        

‘’El hombre es un animal político dijo Aristóteles, el sabio griego…Luis Carlos Galán decía que si usted no hace la política, le hacen la política a usted, dando a entender que el ser humano no puede estar desligado de esta actividad, una de las más importantes de la Humanidad. Estoy retirado de la política, no ido de la política. No tengo aspiración ahora, ni más adelante. Veo la pelea desde ring side. La política es buena, lo malo son algunos políticos’’.                                                                     

‘’La sensibilidad es inherente al ser humano. Yo la practico casi a diario en mis audiciones, pero no lo pregono, salvo que sea necesario decirlo. Infinidad de favores hago, sobre todo a gente necesitada, de los sectores desfavorecidos: diligencio operaciones de corazón, de cerebro, hospitalizacio‘’Quise tener mi propio medio de comunicación. Con grandes esfuerzos y privaciones obtuve la concesión de Emisoras ABC  para servir y para no comprometer mi opinión, ni hipotecar mi conciencia,  mi pensamiento y, además, ser independiente’’.                                                        

Exaltación a periodistas; de izq.a der. Perea, Chelo, Sussy de Schmulson, Marcos Pérez y Ventura.                        

Ventura y el béisbol                                                                          

Aprendió béisbol en el epicentro de la pelota: el Barrio Abajo, en el que residió por años y lo jugó en el Estadio Tomás Arrieta, como pitcher (lanzador) en el equipo de su colegio de secundaria. Como su condición económica no le permitía comprar boletas para ingresar al parque peloteril a apreciar los partidos del campeonato oficial, se las ingeniaba para entrar al escenario, a través de la ayuda que un vecino le ofrecía tras contribuir a la limpieza de las sillas de un palco y se ganaba el derecho a estar en las tribunas. Veía los juegos y escuchaba las narraciones de Pérez Caicedo y de Pérez Hernández y las polémicas regionales de Meporto y Chelo De Castro.                                   

Ya como locutor, en la Voz de Barranquilla, el Premier Pérez Hernández le da la oportunidad de narrar y Pérez Caicedo le confirma el aval para lo propio en Radio Libertad. En adelante reseña la recordada gesta atlanticense del Tricampeonato Nacional de Béisbol. Luego surge la oferta de Mike Schmulson de presentar los partidos de las Grandes Ligas por Telecaribe (canal regional de TV) acompañando al mismo Mike y a Rúgero Manotas.                                                                                                     

Ventura en familia                                                                           

Hijo mayor del matrimonio de Manuel Díaz Pereira y Dora María Mejía de Díaz, seguido por Carmen Cecilia(+), Manuel Antonio(+), Judith Armenia, abogada, su colaboradora inmediata ,Nicole De Bary, casada con Carlos Pacheco Márquez y Dora Diaz Mejía, la menor.                                                                               

El 21 de octubre de 1966 contrajo nupcias católicas con Lourdes María Jimeno, gentil dama quien en el Carnaval de 1964 fue Reina de la Zona 21 de Barranquilla, correspondiente a los barrios San José, Montes, Unión, Boyacá y la Victoria.                                                    

Matrimonio de Ventura y Lourdes.

Son sus hijos Manuel Antonio, Administrador de Empresas de la Universidad del Norte y con especialización en Mercadeo en la Universidad de los Andes. Edwin Nicolás, comunicador social-periodista de la Universidad Autónoma del Caribe, con especialización en Relaciones Internacionales de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Buen locutor de noticias. 

Carmen Cecilia, Diseñadora de Interiores de la Universidad Autónoma del Caribe e Iván Eduardo, médico veterinario y zootecnista de la Universidad San Martín,  especialista en gerencia de sistemas de control de la calidad de la Universidad Santo Tomás.                      

Como Embajador de Colombia en Jamaica, acompañado del ex-Presidente AUV y por sus hijos.

Broche de oro

Tras más de medio siglo dedicado a la actividad radial-periodística, venciendo obstáculos y dificultades, trabajando con seriedad y honestidad, sirviendo y no sirviéndose, madrugándole a la noticia, escuchando a quienes le escuchan, Ventura Díaz Mejía es, incuestionablemente, un verdadero ícono de la radio caribeña.                                                                                     

Agradecimientos

*Armando Torres Gutiérrez, Ingeniero y Editor Sonoro.                                                                                         

* Juan Guillermo Illera Guerrero y su archivo radiofónico y fotográfico.                                                          

* Andrés Pumarejo, Editor Auxiliar.

* Jorge Iván Castillo Valencia, hijo de Gustavo Castillo García.                                                                          

Eduardo Rey Hernández Vega

edwardking61@hotmail.com

               

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