Monseñor Pablo Salas, Arzobispo de Barranquilla
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“La sensación que tenemos es que nadie está seguro en ninguna parte”: Arzobispo de Barranquilla

Monseñor Pablo Salas hizo llamado a quienes están sembrando zozobra para que cesen los actos delictivos. “A construir un departamento en paz”, pide.

En el inicio de la Semana Santa, el Arzobispo de Barranquilla, Monseñor Pablo Salas Anteliz, hizo un llamado a quienes estén sembrando la zozobra en la capital del Atlántico y el resto del Departamento para que cesen los hechos delictivos, al tiempo que pidió fortaleza para quienes han sido víctimas a fin de que puedan seguir adelante.

Para nadie es un secreto ni mucho menos para los que vivimos en este departamento la situación que estamos padeciendo, unos más, unos menos, pero a todos nos afecta y mucho más desde la fe, nos afecta lo que nuestros hermanos estén padeciendo y sufriendo”, aseguró, en entrevista concedida a Zona Cero.

La invitación –dijo- es que todos podamos construir un departamento en paz, un departamento reconciliado, donde se respete la vida, se respete la dignidad de las personas.

Para el máximo jerarca de la Iglesia Católica en el Atlántico, toda esta violencia, intransigencia e intolerancia son signos que se reflejan en altos índices de criminalidad y de delincuencia.

Muchos de los procesos de la Arquidiócesis se retomaron en el 2021. después de la pandemia.

Hago un llamado para que como dice el profeta Joel, “que el malvado abandone sus proyectos y sus planes y vuelva a Dios. Y esa es la invitación que hoy nos hace el Señor a todos, así comenzó la Cuaresma este año. Esa frase es muy actual, es para todos, y aquí me incluyo yo, la iglesia, los presbíteros, los bautizados, todos somos personas heridas, heridas profundas que tenemos muchas cosas por mejorar, por cambiar”.

Salas, quien cumple seis años al frente de la Arquidiócesis de Barranquilla, pidió además orar incluso por quien nos hace el mal.

Insistió en la necesidad de perdonar para empezar a construir una sociedad más tolerante, igualitaria y justa. “Detrás de todas estas cosas que estamos viviendo, lo que estamos observando es que hay consecuencias muy marcadas en la sociedad en la que vivimos”, aseveró.

Sobre la situación de inseguridad en departamentos como en el Cesar, donde Monseñor Salas nació, opinó que la situación es la misma en muchas regiones.

El país –dijo- ha ido perdiendo seguridad por falta de presencia del Estado de tiempo atrás y el Cesar no es la excepción. El problema se hace más visible y notorio en ciertos lugares.

La sensación que tenemos es que nadie está seguro en ninguna parte ni en su casa, ni en la calle ni en un restaurante, en ninguna parte. Lamentamos que eso sea así y justamente por esas mismas razones es que tenemos que avanzar en un propósito común que nos permita a todos los colombianos en alcanzar ese anhelo de la paz”.

Monseñor Pablo Salas cumple en este 2023 seis años al frente de la Arquidiócesis de Barranquilla

Sobre la ‘Paz total’

Para el Arzobispo de Barranquilla es clave que todos los colombianos se unan para trabajar en la iniciativa del Gobierno Nacional sobre la llamada ‘Paz total’.

El Presidente Petro tiene todo el derecho a que los colombianos creamos en él, en su propuesta de paz y en sus deseos de una Colombia mejor, de cambio. Sin embargo, un gobernante no puede gobernar solo, como un pastor tampoco puede pretender guiar y ser pastor de su rebaño solo, por lo tanto, estamos llamados a colaborar por esos buenos propósitos”, declaró.

Para Monseñor Salas, el Gobierno Nacional será exitoso en la medida en que sea incluyente, participativo y escuche a todos los sectoresy no simplemente imponer el poder de las mayorías. Es sería el consejo que le daría no solo al presidente Petro sino a todos los que tienen responsabilidades en el gobierno y el Estado”.

También dijo que todos los colombianos desean la ‘Paz total’ porque nadie quiere seguir viviendo la violencia de muchos años. “Queremos un país mejor para las nuevas generaciones, un país mejor al que vivimos millones de colombianos”, sostuvo.

Para Salas, esta iniciativa del Gobierno Nacional debe ser la con el concurso de todos los colombianos y de quienes ejercen responsabilidades concretas y serias en la dirección del país.

Esto –anotó- requerirá de la generosidad de todos, incluso de los enemigos de la paz, porque también los hay. Esto va a requerir de nuestra parte, de mucha oración para que los enemigos se puedan abrazar y darse la mano.

Se declaró optimista del proceso, pese a las circunstancias actuales.

Llamo al optimismo, a la confianza, a la transparencia, a avanzar en este proceso con verdad, llamo a una decisión del corazón que apunte de manera determinante a que la paz no sea una ilusión sino una realidad".

El Arzobispo de Barranquilla en uno de los eventos litúrgicos en el Atlántico

Un auténtico y sincero encuentro

Otro de los llamados de Monseñor Salas a la feligresía del Atlántico es para que vivan una Semana Santa como un verdadero y auténtico encuentro con el Creador.

El apóstol San Pablo lo dice de una manera hermosa, al igual que el profeta Isaías: “Hemos sido comprados a precio de la sangre de Cristo. Sus llagas nos han sanado, nos han curado, y yo pienso que nada de esto puede ser indiferente para nosotros los arquidiocesanos, y para ningún católico ningún cristiano que crea en el Señor Jesús”.

Citó esta vez al apóstol San Pablo. “Cristo murió por mí, se entregó por mí, y esta debería ser la experiencia que todos deberíamos vivir en la Semana Mayor: vivir este hecho de que alguien pagó por mí, murió por mí, resucitó por mí, y no vivir la Semana Santa en una perspectiva meramente ritualista, de cosas que se hacen, de procesiones que se viven, de salidas que se hacen, no, vivirla desde el punto de vista existencial”.

Seis años en la Arquidiócesis

Sobre sus primeros seis años al frente de la Arquidiócesis de Barranquilla, recordó que desde el 2018 venían en un proceso intenso de evangelización y de reorganización que quedaron frenadas por la pandemia de Covid-19, pero que empezaron a ser reactivados desde el 2021.

Tuvimos pérdidas irreparables de agentes pastorales, sacerdotes, laicos, fieles, y los que seguimos aquí tendríamos que preguntarnos por qué el Señor nos ha dejado todavía aquí, para qué nos ha dejado el Señor aquí”, sostuvo.

Esa pregunta –asegura- tendría que tener una buena respuesta que estaría orientada a que todos los días de nuestras vidas la vivamos en el Señor y que todos los días de nuestras vidas nos preguntemos: qué estoy haciendo yo hoy para tener una vida mejor que ayer, una sociedad mejor que ayer, una Iglesia mejor que ayer y un trabajo pastoral hoy mejor que ayer.

“Tradición se ha ido perdiendo”

Ya en el plano personal, Monseñor Salas rememoró su infancia y el comienzo de su sacerdocio en su tierra natal, Valledupar.

La ciudad –recordó- es una tierra hermosa, bonita, soñadora que para nosotros los vallenatos vale mucho, la tenemos siempre en el corazón.

Valledupar es la suma de muchas cosas, anhelo sus calles, caminar tranquilo, disfrutar del Guatapurí, los pueblos de alrededor que son preciosos, la calidez de su gente, la arepa vallenata y el sancocho de chivo que hacen parte de mi vida".

Destacó que en esta zona de la Costa, la Semana Santa se vive con fervor y mucha devoción en cada uno de los actos programados como el Vía Crucis, el Santo Ecce Homo, el patrono, la fiesta de la Virgen del Rosario y de Jesús Nazareno.

El respeto y recogimiento se ha ido perdiendo por la culturización y otros factores que inciden en las costumbres de la gente. El Viernes Santo, mucha gente está haciendo fiesta como si la Semana Santa hubiera pasado, eso ocurre también en Barranquilla y otras regiones. Como pastores, tenemos que trabajar en una evangelización seria, que toque a las personas en la fuerza y los valores”.

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