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Una cárcel palafítica

El predio comprado por la administración de Eduardo Verano, para ser construida una mega cárcel con una inversión de más de 200 mil millones de pesos, que hará el Ministerio de Justicia a través de la USPEC, tiene todos los elementos para comenzar el camino a convertirse en un monumentos más a la corrupción.

En mayo de 2014 el señor Luis Vicente Gutiérrez Guiza, adquirió un lote de terreno de 33 hectáreas en el punto denominado “La flecha”, jurisdicción del municipio de Candelaria. En el mismo mes de mayo del mismo año 2014, compró 14 hectáreas más, colindantes con el predio antes mencionado y 4 hectáreas más, todo esto por un valor de 75 millones de pesos.

En octubre de 2018 el señor Luis Vicente Gutiérrez Guiza, adquiere un predio denominado “El Tiestal”, con una extensión de 20 hectáreas, por un valor de 130 millones de pesos. No obstante, al consultar el expediente que reposa en el Instituto Agustín Codazzi IGAC, este predio siempre había estado constituido por una extensión de 29 hectáreas; cuestión que para el comprador es visible unos días después de comprado el predio y registra una rectificación de medidas y linderos, quedando este último predio con un total de 29 hectáreas.

El 31 de octubre de 2018, se registra una escritura de englobe que presenta un predio de 80 hectáreas, adquiridas en total por un valor de 205 millones de pesos.

7 meses después el Secretario del Interior encargado de la Gobernación del Atlántico, Jorge Ávila Pareja, adquiere el lote de terreno de 80 hectáreas de propiedad del señor Luis Vicente Gutiérrez Guiza, por la suma de 2.531 millones de pesos, más de 12 veces del valor por el que lo había adquirido hacia apenas unos meses.

 El lote escogido para la construcción de la megacárcel.

Si bien la compra corresponde seguramente al resultado de un avalúo comercial, no corresponde con la realidad de la venta de predios en la zona, el atraso catastral que tienen estos municipios, permite que avivatos compren sobre avalúos catastrales y vendan sobre estos avalúos comerciales, en los que da la impresión que se está frente un gran negociado.

Pero esto no es lo único; en los documentos que reposan en el IGAC está claramente establecido que los lotes de esa zona, colindantes en las jurisdicciones de Campo De la Cruz y Candelaria, tienen una cota por debajo de los 6 metros del canal del dique, lo que condena a estas tierras a la permanente inundación. Necesariamente la cárcel que se construya en este terreno tendrá que ser una palafítica. Cuestión que duplicaría el valor de la construcción de la mega cárcel.

Entre los dos terrenos: “La flecha” y “El Tiestal”, relatan los lugareños que siempre ha existido un camino real, que permitía la comunicación de los predios que se ubican en la parte de atrás a estos dos predios. Al visitar el predio, el equipo Investigativo de Emisora Atlántico, constató que esta servidumbre se encuentra cerrada e inhabilitada para el paso de los lugareños. De este camino tampoco da cuenta los planos del englobe de las 80 hectáreas compradas por el departamento. Por lo tanto, mágicamente ahora son parte del predio.

Según registra el expediente de la compra realizada por la Gobernación, los funcionarios de esa entidad en coordinación con la USPEC, descartaron más de 30 predios, en un periodo de tiempo de menos de un año, para finalmente decidirse por este predio sobre el que ahora recaen todos estos cuestionamientos.

 Ubicación geográfica para la megacárcel