En estos tiempos de recogimiento obligado, el “reinventarse”, frase de moda, he podido palpar una de tantas formas de aprovechar el momento y la circunstancia. Muchos colegas, especialmente de deportes, los he “visto” y escuchado, unos en conversaciones -llamadas ahora- conferencias virtuales- intercambiando conceptos, noticias y opinando sobre los hechos del mundo.

Y me parece notoria y simpática la manera como se analizan, discuten y se dan opiniones de tal o cual caso llámese pandemia, racismo,  politiquería o corrupción que son los temas más relucientes  en esta época. Y cuando se podría pensar en el difícil momento que podían estar pasando ante la ausencia del trabajo en la narración, locución y comentarios de actividades deportivas, encuentro con placer que muchas otras tareas se pueden desempeñar con éxito.

En una importante emisora, por ejemplo, escucho a diario a un grupo de periodistas, encabezado por Ramiro Alfonso Jiménez, Hugo Luis Urruchurto, José Marenco Omar Barros y Ernesto Herrera adornando por ratos con el humor de Joselo, gratas y simpáticas entrevistas a gente que ha transitado en el mundo del deporte, sean futbolistas, beisbolistas, boxeadores, basquetbolistas, directivos de un club o de una liga etc. Entretenidos diálogos y recuentos en los que se discurre sobre hechos y anécdotas de tiempos idos pero que refrescan con enorme complacencia los recuerdos de acontecimientos, algunos que compartimos o fuimos testigos en el ejercicio de periodistas.

Otros colegas como Raúl Correa De Andreis y Carlos Marín Herrón para no quedar atrás, igual rememoran hazañas y acontecimientos, realizan concurso históricos para saber por ejemplo, quién fue el que más goles de tiros libres anotó en el Junior, quienes marcaron goles olímpicos con el club rojiblanco, quienes jugaron más partidos etc. En otra emisora, Emel Alvear, Juvenal Manjarrés y Giovani Cárdenas igual traen al presentes  jugadas  espectaculares de goles, batazos descomunales en campeonatos de beisbol, números y estadísticas insuperables o reproducen voces de quienes han dejado huellas en la historia del deporte.  

En  WhatsApp, Facebook y grupos de redes sociales  me complazco leyendo memorables historias traídas al presente por Manolo Ortega y Francisco Figueroa Turcios sobre la vida y obra de Delménico, Verón, Marco Coll, Caimán Sánchez, Silva Pacheco, Víctor Ephanor, Dida etc. etc.

Con deleite y atención escucho, veo y leo estas historias  revertidas del pasado a tiempos actuales  de los colegas de nuestra Barranquilla. Y sin duda, me nutro y recreo como seguros estoy, lo hacen quienes en distintos grupos reciben estos relatos. Recuerdos históricos que reconfortan y ayudan a soportar encerramientos obligados por el bendito Covid-19. Y pienso, mirando más allá de estos momentos, ojalá estas tareas periodísticas sigan desarrollándose con entusiasmo aún después que se supere el problema de la pandemia  y los deportes vuelvan a su estatus normal.

ÚNICO GOL OLIMPICO. Todo esto, para meterme un poco en la historia de sucesos que tienen que ver con una fecha especial como el 3 de junio, es decir hace dos días. Rememoro  en estas líneas estos hechos que en cada momento fueron de singular importancia en el mundo deportivo y que seguirán vigentes a través de la historia.

Uno de ellos, el que nos corresponde a los colombianos y muy especialmente a los barranquilleros. Aquel gol marcado por Marcos Coll Tesillo. Único gol olímpico anotado en la historia de los Campeonatos Mundiales. Fue un 3 de junio en Arica, Chile, en el Mundial de 1962.  Marcos Coll, del trío de barranquilleros conformado además con Toño Rada y Efraín “Caimán” Sánchez logró la anotación frente al nada menos mejor arquero del mundo de esos momentos Lev Yashin. Y que sirvió de impulso para que Colombia lograra el empate 4-4 frente a Rusia. Podría decirse que esa sería la primera gran hazaña de nuestro fútbol a nivel universal.

EL MEJOR GOL DE TIRO LIBRE. Los estudiosos y especialistas dicen que ese día Roberto Carlos desafió las leyes de la física. Sucedió el 3 de junio de 1997 (hace 23 años) en el Estadio Gerland de Lyon. Aquel día, el lateral brasileño Roberto Carlos se paró delante de la pelota para patear un tiro libre: el balón, impactado por su botín zurdo, esquivó la barrera con un efecto impensado y se terminó metiendo al lado del palo de un incrédulo Fabien Barthez, el arquero francés que disputaba aquel amistoso ante Brasil.

El efecto que tomó la pelota fue luego estudiado por científicos de París. La conclusión: “no hubo casualidad en aquel gol, sino que el remate de Roberto Carlos había tomado algo científicamente llamado como "efecto magnus" diría David Quere el científico francés quien realizó el estudio de aquel tiro libre.. "Nos topamos con una ley inesperada de la física, pero es posible que se repita", comentó en aquel momento revelando lo que los entendidos llamaron el “espiral del balón giratorio”, algo que surge luego de unos 40 metros con la pelota: cuando ella pierde velocidad, el "efecto magnus" se hace más prominente, lo que finalmente genera un espiral (ya que la rotación es la misma).

ALÍ: EL MEJOR EN BOXEO. Muhammad Ali (Louisville, Kentucky; 17 de enero de 1942-Scottsdale, Arizona; murió el 3 de junio de 20161​), su nombre bautismal Cassius Marcellus Clay, y conocido al principio de su carrera como Cassius Clay,​ lo cambió al ingresar al islamismo. La historia lo califica como el mejor o uno de los mejores Boxeador del mundo.

Inigualable influencia no solo en el deporte de los puños; también en la política y las luchas sociales a favor de la raza afroamericana y del islamismo. En su etapa amateur Cassius Clay logró la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Roma 1960 en la categoría de 75-81 kg y, como profesional, ganó el título de campeón indiscutido de la categoría de los pesos pesados en 1964 a la edad de veintidós años. Se convirtió en el único boxeador en conquistar en tres ocasiones el campeonato lineal (1964, 1974 y 1978) e indiscutido (1964, 1967 y 1974) de peso pesado; y en el primero en conquistar cuatro veces un título mundial de peso pesado (el de la Asociación Mundial de Boxeo en 1964, 1967, 1974 y 1978).

Entre sus hazañas figuran las victorias frente a  enconados rivales, como Archie Moore, Henry Cooper, Sonny Liston, Floyd Patterson, Ernie Terrell, Joe Frazier, George Foreman y Ken Norton. Seis de sus peleas han sido consideradas como las mejores del año por la revista The Ring. Vertía tanto opiniones claramente irreverentes sobre sus oponentes, como acertados pronósticos de sus contiendas. Muhammad Ali se erigió en una figura con influencia social desde los años 1960 cuando se opuso a su reclutamiento por parte de las fuerzas armadas de su país durante la guerra de Vietnam.  Muhammad Ali figura en el Gran Salón de la Fama  del boxeo; como seguramente lo debe estar Roberto Carlos con el considerado Mejor Gol de Tiro Libre de la Historia; y como debería estar Marcos Coll como el jugador que anotó hasta ahora el único gol olímpico en los Mundiales de Fútbol.

El confinamiento obligado ha servido, por lo menos así lo creo yo, para revivir con nostalgia, viejos tiempos de un pasado alegre, como reza el refrán.