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Piensa mal y acertarás

Por primera vez en la historia de mis blogs, escribo con la esperanza de estar equivocado. ¡La vida es sagrada y con esta no se juega!, pero mi olfato de periodista y la imposibilidad de hallar información para ampliar y soportar lo que fue una noticia nacional de gran importancia, me hace pensar que a los medios de Colombia nos metieron los dedos a la boca. ¡Me explico!

El viernes pasado, la Revista Semana arrancó la mañana con una noticia bomba; una cipote primicia: ¡Denuncian plan para atentar contra el gobernador Caicedo! La nota se sustentaba en una carta -que aún no conozco- sobre una organización que -debo decirlo- mete los monos con solo nombrarla: ¡Colombia Human Rights Network!, con sedes en Washington, Nueva York y New Jersey.

Pa no echar tanta carreta, les resumo que -según la chiva de la Revista Semana- esta organización le pide al presidente Iván Duque que garantice la vida de Caicedo. Sin sustentarlo en nada que el lector de la noticia pudiera entender, esta ONG lanzó cuales son los supuestos autores del que sería el plan de asesinato: Orlando Vergara, de la Oficina de Envigado; Jairo Castillo Cantillo, alias Pinocho; Zulma Musso Torres, La Patrona, Norberto Quiroga y alias La Silla.

¡Todos los medios nos pegamos de la noticia! Claro que los cachacos siguen con su agenda, mientras que los locales -los que hablamos de Caicedo a diario- nos quedamos con las ganas de saber más, y ahí fue cuando las señales comenzaron a saltar. ¿Cómo se sustenta este plan? ¿En qué se basan para tan delicada afirmación?

La primera vaina es que esa nota nunca pasó por el Magdalena. ¡El plan de asesinato!, un tema tan delicado como este, pasó directamente de una organización internacional a la redacción de Semana en Bogotá. ¡El corresponsal que hace los temas del Caribe ni se dio por enterado!

¿Cómo confirmarlo? ¡La organización! Pues resulta que esta ONG de nombre gringo, en pleno 2020, tiene su web "en mantenimiento" desde el año 2008… ¡Hace 12 años! De lo poco que se puede navegar en la obsoleta página, aparecen 6 links que registran noticias -supone uno que alusivas al trabajo de la ONG- pero de estos la mitad están rotos y las otras son 3 noticias sueltas que hablan sobre derechos humanos (una de ellas sobre Ingrid Betancourt). Ninguna de ellas tiene nada que ver con la ONG. ¡Ni la mencionan!

¡La otra opción son las redes!, pero allí también la existencia es prácticamente nula. Una cuenta de Twitter activada en 2018 -con 18 seguidores- y tan solo 3 tuits; ninguno de ellos hace referencia a ella misma. 

Sin embargo, ¡Sin hacernos ninguna pregunta!, los medios de todo el país nos pegamos de Semana y -de paso- validamos una ONG que hasta la semana pasada ningún medio de comunicación tenía idea que existía. Por eso es que, por ponerles un ejemplo, en los tags de El Espectador (donde se agrupan las noticias de un mismo tema), el nombre ‘Colombia Human Rights Network’ solamente tiene una sola nota indexada en toda la historia web del medio: ¡la de la semana pasada!.

Con lo que les digo hasta ahora no pretendo demeritar el trabajo de esta organización, pero es que no me cabe en la cabeza que una ONG que parece un cascarón (sin nada por dentro) salga de la nada con semejante noticia que -al menos para mi trabajo periodístico- tiene una relevancia enorme.

De repente ahora me encuentro con más dudas que certezas: ¿Por qué las autoridades colombianas no tenían idea del plan de asesinato? Y si lo llegasen a tener, ¿Cómo carajo un plan de asesinato puede pasar de la inteligencia de la fuerza pública en el Magdalena a una ONG en Estados Unidos que no parece tener la suficiente relevancia que ostenta su pomposo nombre? ¿Hizo la Revista Semana un juicioso trabajo de reportería o esta noticia fue el resultado del volteo de alguna información que le habrá llegado a algún periodista inexperto que no confrontó? ¡Sin duda la pudieron haber embarrado! Y más la embarramos todos los medios pegándonos del prestigio de Semana sin confrontar.

Lo que más me dejó sinsabor fue que la noticia de Semana sirvió para que desde la Gobernación se orquestara, eso sí, una de esas campañas de redes sociales que -bien clarito lo tenemos acá- obedecen a estrategias sistemáticas para difundir mensajes en favor de Caicedo de manera premeditada, muy lejos de un interés espontáneo. ¡Siempre con fines políticos!

Pa rematar mis dudas, me encontré con esta perla: la de un joven abogado llamado Juan Moisés Sánchez Ibáñez, asesor jurídico de Fuerza Ciudadana, movimiento creado por Carlos Caicedo, y quien ha recibido contratos de la Alcaldía no una, ni dos, ni tres sino 12 veces (corróbarlo aquí) en las administraciones de Rafael Martínez y Virna Johnson.

Ese joven -que es hijo de Adriano Sánchez Comas, quien fuera el enlace político del temido ex jefe paramilitar Hernán Giraldo- reportó en su formulario de ingreso y conflicto de intereses para trabajar en la Alcaldía, que reside en la carrera 22 #21-17 de Villa Jardín 1 (casa 14). La misma casa -sépanlo ustedes- de Zulma Musso, una de las que, según la afamada organización, dizque quiere matar a Caicedo. ¿Cómo la ven?