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Las casas sin dueño de Carlos Caicedo y Rafael Martínez

Las propiedades del Gobernador Carlos Caicedo y del exalcalde Rafael Martínez son el tema del momento. Todo porque la Fiscalía, en medio de una investigación por presunta corrupción en la construcción de 5 puestos de salud -de los cuales hubo dos contratos por el mismo valor y un puesto de salud en el suelo- ordenó el secuestro de estos bienes. ¡Mejor dicho!, se los quitaron.

A raíz de todo este cuento, el gobernador Caicedo se fue pa’ donde Vicky Dávila, de Revista Semana, un medio que, de hace un tiempo para acá, le abre las puertas y le activa el micrófono para que el gobernador se pronuncie sin mayor contra pregunta. ¡Esta vez no fue la excepción!

Vicky, que no tenía idea ni de qué movimiento es Caicedo (pensaba que de Colombia Humana) dejó que el gobernador hablara sobre cómo ha conseguido, con mucho esfuerzo, sus propiedades a lo largo de los años trabajados, ¡y los no trabajados!, porque no pueden olvidar que Caicedo, desde que dejó la Alcaldía, sostuvo su tren de vida durante tres años -incluyendo campaña para referendo, grandes caravanas políticas y demás- sin un solo puesto remunerado conocido. 

Pa resumirles la vaina: Caicedo dijo que los bienes que le quitan son un apartamentico en el Sintana Resort, una humilde casa en un barrio popular donde vive su mamá -que, según le ayudó a decir Vicky Dávila, va a dejar a la señora en la calle- y un lotecito en el tradicional pero humilde barrio de Mamatoco, donde viven sus hijos; barrio donde -dicho sea de paso- quedó abandonado uno de los puestos de salud.

A Caicedo -por supuesto- se le olvidó decir en la entrevista que sobre ese lotecito que le secuestraron construyó esta modesta casa… ¡Una mansión cuya sola construcción vale más que los 766 millones en los que la Fiscalía tasó los bienes incautados!, pero ajá.

Hasta aquí, toda esta carreta se las cuento de contexto, porque el objeto de mi blog no es cuestionar a la Fiscalía por las casas que le secuestran a Caicedo y Martínez, las cuales están a sus nombres. Lo que quiero opinar es que la Fiscalía -para hacer una buena investigación- debe ir más allá: escudriñar en las casas donde han residido y que, por cosas de la vida, no están a sus nombres.  Alquiladas, como quien dice.

Si la Fiscalía se pone las pilas y se dedica en serio a que un investigador haga la tarea, se enteraría, por ejemplo, que, en estos últimos meses, Carlos Caicedo -pese a tener vivienda propia, como ya sabemos- ha vivido en lujosos apartamentos de los más exclusivos sectores de Santa Marta. Ambos implicados vivieron en Playa Dormida -vean la vista para que se imaginen-; por su parte, Caicedo tuvo un apartamento a pocos metros del mar en el edificio Panorama (ubicado frente a la mansión de Eduardo Dávila) y actualmente habita en otro apartamento de 175 metros cuadrados, en el último piso de un edificio recientemente inaugurado llamado La Castellana, edificado por los mismos contratistas que se beneficiaron con la construcción sendero peatonal del Ziruma; una obra de más de 7 mil millones de pesos.

¿Pa qué vivir en arriendo si tienes casa propia? Diría el sentido común. Por esa costumbre que tengo de ‘piensa mal y acertarás’ es que les digo que los investigadores deberían seguir esas pistas. ¿Quiénes son los dueños legítimos de esas propiedades? ¿Son alquiladas? ¿Hay un contrato de por medio? ¿Se han declarado los pagos de esos alquileres? ¿Pueden comprobarse? ¿Tiene el propietario del apartamento alguna relación con sus políticos inquilinos? ¡Mil y una preguntas más que debería solicitarle a la UIAF!

Yo sé que los 4 gatos que me leen dirán: ¡Ey Polo, pero es que tú sospechas mucho! ¿Ya vas a decir que los investigados tienen propiedades suyas a nombre de otros? A lo que yo les digo: ¡No señor!, yo no afirmo eso, pero sí pido que se investigue, porque es que -por lo menos a mí- me resulta muy raro que, si tú coges, por ejemplo, la cédula del exalcalde Rafael Martínez y pides una liquidación de los impuestos de sus bienes en la Alcaldía de Santa Marta, te encuentras con que supuestamente es dueño de la casa 14 en la Urbanización Bavaria Country: ¡Una casa donde nunca ha vivido y que la Fiscalía no le secuestró!. Si no me crees mira la liquidación de los impuestos de 2020 (¡Actualizada, pa' que no digas que yo invento!):

Y es que la Fiscalía no se la secuestró porque claramente la casa no es de él, sino de Patricia Caicedo Omar, la hermana del Gobernador. ¡Así como lo ves! Efectivamente, extrañado por el hecho de que Martínez fuera propietario de una casa que no ha vivido -y que no se la incautó la Fiscalía- accedí al historial de la propiedad (descárgalo) y resulta que el exalcalde registró la compra de esta el 24 de abril de 2007, convirtiéndose en el legítimo dueño; de inmediato la hipotecó al BBVA y salió de esa deuda cuatro años después, en 2011, para ahí sí vendérsela a Patricia Caicedo Omar -hermana del actual gobernador- en 2012.

Lo más llamativo de esta película es que durante los años en los que Martínez fue el dueño del predio (De 2007 a 2011), estuvo viviendo la mayor parte del tiempo en Barranquilla, pues su trabajo era ser jefe de Departamento en la Universidad del Atlántico. (Mira aquí y verás)

¿A cuenta de qué Martínez fue dueño de una casa que no vivió? ¿A cuenta de qué Patricia Caicedo, pese a vivir la casa, no fue quien la compró? Vale recordar que, para esos años, Patricia Caicedo era concejal de Santa Marta. Un periodo en el que, a propósito, fue amiga de la administración del alcalde de entonces. Juan Pablo Díaz Granados. 

Todo esto es pa decirles a los 4 gatos que me leen, que cuando la Fiscalía investiga no debería concentrarse en los bienes que las propiedades que tengan, sino en las que no tienen, pero que sí han vivido. ¡Ahí puede estar la clave! Más aún si quienes gozan de estos lujosos bienes nunca han trabajado en algo distinto al servicio público, donde la plata que manejan es de todos.

P.D.  ¡Terrible el mensaje que dejó la institucionalidad de Virna Johnson sobre el caso de un puñado de muchachos irresponsables, servidores públicos del Dadsa, que el viernes pasado se encerraron a tomar en plena pandemia! Aunque Virna envió un mensaje fuerte, Patricia Caicedo, actual directora del Dadsa, salió a defenderlos y a justificar que los muchachos no violaron ni una sola de las normas de distanciamiento social, ni de uso de tapabocas, ni de ley seca, aunque las fotos decían todo lo contrario. Por proteger a su propia gente les gritan a los cuatro vientos a los ciudadanos un mensaje muy distinto: que aquí el que quiere se pasa la norma por la faja. Vean el tema y juzguen ustedes.