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La ceguera del procurador Carrillo con irregularidades del coronavirus en Santa Marta

No hubo canal que no utilizara el procurador general Fernando Carrillo, el día de ayer, para dar a conocer la ‘Transparencia por la emergencia’. Pal que no sepa qué es esta vaina, les cuento que es un trabajo en llave entre la Procuraduría, la Contraloría y la Fiscalía para investigar a todo político que se la quiera pasar de vivo con los recursos del coronavirus.

La apretada del cinturón de los entes de control e investigación se debe a que, en el marco de esta calamidad pública, los entes territoriales tienen carta abierta para cogerse el presupuesto de lo que sea y canalizarlo únicamente para evitar las consecuencias de la pandemia: ¡qué pa’ comprar los tapabocas! ¡qué pa meterles a los hospitales lo que le metieron en años pero que nunca se vio! ¡que pa los mercados de los pobres!

Por ponerles un ejemplo, aquí en el Magdalena, el gobernador Carlos Caicedo ya se apropió de $75 mil millones que eran de otros rubros; reunió a la junta directiva del Puerto de Santa Marta para pedirles que repartieran utilidades y así se aseguró casi $5 mil millones; y, además, anunció que de las regalías se cogerá $130 mil millones para metérsela toda al coronavirus. ¿Se imaginan todo ese billete mal invertido? ¡De ahí la importancia de poner la lupa!

El cuento es que el procurador Carrillo en su intervención por Caracol de una fue anunciando lo que tenían: ¡10 investigaciones en todo el país! De lo que él consideró “una infamia”.

Aunque, para serles sincero, después de escuchar al procurador yo también sentí lo mismo: ¡una infamia!, pero no solo por lo que él decía, sino también por la descarada ignorada que le metió a lo que está ocurriendo con el manejo del coronavirus en el Magdalena. Como el procurador, -que es amigo de lucha de Caicedo en la Constituyente, según dijo él mismo- se hace el loco, yo les cuento qué es lo que está pasando.

¡NÚMERO UNO!

Al gobernador Caicedo -literalmente- le valió huevo coronavirus y prefirió meterle intereses políticos al tema de los recursos de la estampilla pro-hospital que deben simplemente recaudar para luego trasladar al hospital Julio Méndez Barrneche, el hospital público más grande del Magdalena.

En plena emergencia, al gerente de ese hospital -por el simple hecho de no ser de la cuerda política del Gobernador- le tocó suplicar a través de redes sociales para que Caicedo girara el dinero con el que tenían que pagarle al personal médico que lucha contra el virus.

Al fin de cuentas, pese a que la recomendación del Gobierno Central fue renovarles el contrato a los gerentes, Caicedo lo hizo con todos, excepto con ese mismo al que no le giraba los recursos ¡Se inventó que había renunciado y puso su propio gerente para manejar la joya de la corona de la salud en el Magdalena en plena emergencia! Sobre esto ya corre una denuncia en Fiscalía que el Procurador olvidó mencionar. ¡Él ni se habrá enterado! ¿O se hace el ciego?

¡NÚMERO DOS!

En Santa Marta -la Secretaría más importante del despacho del Gobernador (suena feo, pero es verdad)-, apenas empezaba a entregar los primeros mercados cuando se evidenció una grave denuncia del barrio Luis R Calvo. Las familias protestaron porque la Alcaldía le dio la potestad a un político barrial para que fuera él quien determinara a quienes beneficiaría. El político se jactó en un video de que él era el encargado por decisión de la Alcaldía (Si no me crees, lee la denuncia aquí).

 

 

Fue así que pasó lo evidente: muchas familias pobres que no recibieron nada protestaron por el ‘egoismo’ del político del barrio que benefició a sus vecinos y familiares. ¿Por qué el Procurador se hace el pendejo ante estas denuncias? ¡¿no me crees? Léelo aquí!

¡NÚMERO TRES!

Tanto la Alcaldía como la Gobernación no han tenido inconvenientes en contratar la fabricación de costales hechos a la justa medida de la propaganda política que necesitan para que las familias pobres digan: ¡Dios lo guarde gobernante! ¡Gracias por ayudarme con este mercadito! Y así mantengan en el cerebro la simbología necesaria para asegurar un voto a futuro.

No en vano Caicedo no ha reparado en pintar de naranja -el color del movimiento político que se inventó- cualquier cosa que huela a institucional, ¡no en vano Caicedo ha gastado millonarios contratos en el manejo de su imagen en pleno coronavirus! ¿No me crees? Te muestro este ejemplo y también este otro. ¡En plena emergencia del coronavirus!

El procurador Carrillo, muy enfático ante los medios en que perseguirán a los políticos que usen el coronavirus para hacer política, literalmente se hace el pendejo, mientras que en el Magdalena, en frente de sus narices, entregan los mercados así:

¡NÚMERO CUATRO!

Mientras que en el país los políticos se roban los mercados a punta de precios inflados -como el atún de a 20 mil entre otras perlas- en el Magdalena, tanto Carlos Caicedo como Virna Johnson se han dado el lujo de firmar unodostres y hasta cuatro contratos millonarios con despachadores de alimentos, con la tranquilidad de no publicar la lista de precios que están pagando, pues saben que a ellos no les pasará nada, aunque el Procurador anuncie que sancionarán a quien no publique estos anexos en el Secop.

¡Tan descarados han sido que ni en los contratos dicen cuántos mercados les darán a cambio de sus millonarios pagos! Que sea el procurador quien mire él mismo los procesos del Magdalena a ver si los encuentra. ¿será que el ciego soy yo?

¡No sigo más porque los canso! Son apenas cuatro datos pa’ que se hagan la idea de cómo van las cosas en mi olvidado departamento, donde los gritos de los pocos denunciantes se ahogan en señalamientos de ‘oposición’ por parte de quienes tienen el poder, así igualito como le pasó al funcionario de la Procuraduría a quien denunciaron de ‘acoso, de opositor y de interesado’, por el simple hecho de requerir a la Gobernación que cumpliera con su trabajo: ¡Girar la plata de los médicos que, sin salario, tratan de evitar el coronavirus!

¡Abre los ojos, Carrillo!