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Junior en estado de alerta: obligado hoy a ganar

Urgido de puntos por el estado de alerta que atraviesa tras los resultados últimos, el equipo Junior  deberá desde esta noche frente al Bucaramanga, comenzar a sumar de a tres si pretende llegar a la clasificación de los cuadrangulares.

La caída frente a Patriotas la semana anterior, cuarta en la liga, le acortó el camino en el resto de calendario que le corresponde. Podríamos decir que Junior se encuentra en alerta amarilla por lo que el esfuerzo a partir de ahora deberá ser mayor. Más allá de los cuadrangulares que por obligación debe alcanzar, la escuadra rojiblanca tiene un compromiso de enorme consideración como es pelear el título del presente torneo.

En poco más de un mes deberá afrontar partidos seguidos tanto de liga como de Copa Libertadores. Y hoy es el momento para iniciar la carrera que se pretende debe ser exitosa. En turno, para esta noche el rival es el Bucaramanga del técnico Luis Fernando Suárez quien seguramente intentará cobrar revancha de su pronta salida cuando dirigió a la divisa rojiblanca.

Si bien la suerte no está totalmente echada por el trayecto que queda, el camino parece angostarse como consecuencia de las irregularidades de su juego donde han imperado mayormente los desaciertos. No es percepción, sino una triste realidad que deja lo improductivo del fútbol que practica el cuadro de Amaranto Perea y que desde lego deja pésimos resultados y muchas dudas entre los seguidores.

La caída frente a Patriotas en Tunja comprometió seriamente al cuadro rojiblanco al que le queda mitad de ruta por transitar en su afán de logar un cupo entre los ocho mejores. Después del juego de esta noche en el Estadio Roberto Meléndez, al Junior le quedarán compromisos de local frente al Deportivo Pereira, Santa Fe y Rionegro; y partidos difíciles de visitante ante Nacional, Deportes Tolima, Jaguares y Pasto.

Pero además deberá afrontar los encuentros de Libertadores ante el Caracas de Venezuela. El miércoles venidero en la capital venezolana y días después en Barranquilla. La preocupación existente es por la seguidilla por lesiones que últimamente han padecido figuras de primera línea.

Contrastante resulta la producción del equipo con 13 goles con el pésimo rendimiento defensivo con cúmulo de 10 anotaciones en el arco de Sebastián Viera considerado uno de los mejores porteros del campeonato.

No es solo las falencias para defender, es la orfandad del plantel para generar un juego que comprometa al rival. Las líneas junioristas se han acostumbrado a un juego insulso e improductivo de toque parsimonioso y de devolución  en devolución. Sus ataques por las puntas casi nunca finalizan porque sus extremos una vez alcanzan líneas profundas prefieren devolver al medio y del medio a la zona de retaguardia, como si el juego se ganara simplemente con posesión de balón o retención de la pelota.

Por eso resulta imperioso que desde este viernes frente al Bucaramanga, logre cosechar triunfos seguidos. Y, además hacerlo con un juego armonioso y que llene las expectativas que tiene la afición. Es hora de que sus figuras y en general todo el plantel demuestre que de verdad si corresponde al calificativo de equipo grande que a nivel nacional se le ha endilgado.

 Amaranto Perea lo sabe bien porque su permanencia al frente del plantel esta desde hace rato comprometida. El hecho de que los directivos le hayan prodigado voz de aliento no significa que esté totalmente garantizado. Por el contrario todo queda sujeto al futuro inmediato en esta seguidilla de partidos que restan. Y, bien sabido es que Junior no es equipo de procesos ni de larga espera; el equipo es de resultados prontos porque los otros llamados grandes bien cerca que pisan los talones.

Desde hoy los hinchas quieren ver a un equipo dinámico, solvente en avance,  profundo en ataque y contundente en defensa. La pasividad Amaranto Perea desde su línea de dirigir no debe ser contagiante en sus dirigidos; Y a estas alturas también el técnico deberá contar con una nómina titular definida y no estar probando una y otra vez en cada compromiso.

Técnico y jugadores deben entender que la exigencia es mayor ante el flojo rendimiento brindado. Comenzando por sus grandes referentes como Teófilo, Sambueza, Borja, Fuentes y demás que llegaron como refuerzos para la temporada.

Entender que no hay más tiempo de espera y que la reivindicación es desde ya.  Solo así y con los resultados que reflejen la condición de equipo grande podrá apaciguarse la preocupación en la hinchada rojiblanca.