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¡Algo huele mal!

Todas las mujeres tienen un olor característico en su zona genital; de hecho, en cada etapa de su vida, el pH varía. El pH es el potencial de hidrógeno que indica el grado de acidez o alcalinidad que presenta la piel vulvovaginal; es el sistema de defensa de los genitales femeninos para protegerse de gérmenes y bacterias externos.

 Hoy, #sinrecato explica cuando un olor vaginal es normal o anormal:

Infancia: Las niñas están expuestas a vulvovaginitis infantil, caracterizada por inflamación, escozor y flujo con olor desagradable. Es causada por las bacterias de las heces, porque se limpian de atrás hacia adelante; por lo tanto es importante enseñarles la higiene de su zona íntima.

Adolescencia: Durante la menstruación, el pH vaginal disminuye su acidez y esto contribuye a la aparición de infecciones; de allí que sea importante la higiene y el cambio de las toallas sanitarias o tampones para afecciones y evitar malos olores.

Embarazo: El pH vaginal es más acido de lo habitual, lo que provoca irritación y escozor. Una buena higiene íntima es importante tanto para la salud de la madre como la del feto y contribuye a recuperar la flora vaginal después del parto.

Menopausia: En esta etapa el pH se encuentra alterado, y se produce un adelgazamiento de la mucosa de la vagina que la hace más vulnerable a infecciones; además, disminuye la secreción de flujo produciendo resequedad vaginal, lo cual ocasiona dolor durante las relaciones sexuales y esto facilita la aparición de infecciones. Para la resequedad es útil el uso de lubricantes íntimos que no afecten el pH.

Algunas mujeres pueden sufrir de incontinencia urinaria leve (perdida involuntaria de orina) lo que provoca humedad, siendo vital los hábitos apropiados de higiene con productos adecuados que alivien la irritación, el escozor e hidraten la piel.

El flujo vaginal también varía de acuerdo con cada mujer y aparece en algunas etapas del ciclo menstrual. Tanto en condiciones normales, o patológicas, tiene olores característicos:

A yogurt: La flora vaginal está compuesta por varios microorganismos en su mayoría los lactobacilus que también se encuentran en el yogurt.

A metálico: Es el olor característico luego de la menstruación debido al sangrado y al cambio del pH de la vagina.

Cuando la mujer presenta algún problema de salud como una infección vaginal o una ETS (Enfermedad de trasmisión sexual), estos olores pueden ser un signo de alarma:

A pescado: Es característico de la vaginosis bacteriana, que además presenta otras molestias como escozor, flujo amarillento o anaranjado. Es importante acudir al médico.

Dulzón: Aunque no es un olor desagradable, pero si es un síntoma de Candida albicans, infección causada por hongos vaginales. Es muy frecuente, tanto que de tres de cada cuatro mujeres en algún momento de su vida la han padecido. Los síntomas pueden ser leves o moderados, incluyen una intensa comezón, ardor y secreción vaginal espesa, “como leche cortada”. Debe acudir al médico y recibir el tratamiento adecuado.

Hediondo: Cuando hay un hedor fétido y muy desagradable puede ser a causa de un tampón olvidado luego de la regla. Es recomendable que se cambien cada ocho horas como máximo (eso depende del flujo sanguíneo de la mujer), ya que su uso incorrecto puede provocar una grave infección conocida como el síndrome de shock tóxico, causado por las toxinas provocadas por la bacteria Staphylococcus aureus,  microorganismo que se encuentra de forma natural en la vagina femenina. Los síntomas, además de ese olor hediondo, son fiebre muy alta, convulsiones, náuseas, vómitos, confusión, desmayos y mareos.

Fuerte:  Cuando el flujo vaginal cambia su aspecto y su olor, y este resulta muy desagradable, puede ser síntoma de enfermedades de trasmisión sexual (ETS) como:

La tricomoniasis: Flujo abundante con un aspecto espumoso, de color verdoso grisáceo y mucha rasquiña en la vagina.

La gonorrea: Provoca un aumento de la secreción vaginal, dolor abdominal, y sensación de ardor al orinar.

Clamidia: Aunque no siempre presenta síntomas, se caracteriza por un flujo vaginal anormal y con un fuerte olor. También pueden producir sensación de ardor al orinar y dolor al mantener relaciones sexuales.

Maloliente: El cáncer de cuello del útero, normalmente, no da síntomas en los primeros estadios, pero cuando hay una lesión, se puede producir un flujo maloliente. Se producen otros síntomas como sangrados vaginales anormales y dolor abdominal.

Los buenos hábitos de higiene íntima desde la niñez son importantes y en caso de percibir algunos de estos síntomas, es importante acudir a tu ginecólogo de confianza. Realízate la citología anualmente, incluso si aún no has tenido relaciones sexuales.  No abuses del uso de jabones íntimos, duchas vaginales, uso de protectores, la zona genital es muy delicada y propensa a infecciones. Recuerda, tu cuerpo, la mayoría de las veces, te manda señales… ¡No las ignores!

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