En diferentes ciudades de Estados Unidos hubo protestas masivas en contra de la decisión de Donald Trump.
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EFE

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Trump eliminó plan migratorio de Obama y pone en vilo a 800.000 inmigrantes

La suspensión se hará efectiva en seis meses. Congreso deberá buscar una alternativa para la situación migratoria.

El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes el fin del plan conocido como DACA, promulgado por Barack Obama y que ha protegido de la deportación a 800.000 indocumentados, aunque la suspensión se hará efectiva dentro de seis meses para forzar al Congreso a encontrar una alternativa.

"Estoy aquí para anunciar que el programa DACA promulgado por la Administración de Obama va a ser rescindido", anunció en una rueda de prensa el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, uno de los miembros del Ejecutivo con posiciones más duras en inmigración.

Sessions, además, consideró que lo "compasivo" es acabar con este programa e implementar las leyes de Estados Unidos.

"Lo compasivo es acabar con esta anarquía, implementar nuestras leyes y si el Congreso elige hacer cambios en nuestras leyes, hacer eso a través del proceso establecido", indicó Sessions.

El fiscal general hizo alusión así a la promesa que hizo Trump para abordar con "corazón" el tema del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), un plan que, durante la campaña presidencial de 2016, prometió anular nada más llegar a la Casa Blanca.

El anuncio, tras semanas de deliberaciones, supone un fuerte golpe para la comunidad inmigrante de Estados Unidos, especialmente porque fue retratado por la Casa Blanca como una decisión que prioriza los empleos y la seguridad de los "trabajadores ciudadanos estadounidenses".

Jeff Sessions, Fiscal General de los Estados Unidos, fue quien dio la noticia.

"Antes de preguntarnos qué es justo para los inmigrantes ilegales, debemos de preguntarnos qué es justo para las familias estadounidenses, para los estudiantes, para los contribuyentes y para los que buscan empleo", consideró Trump en un comunicado distribuido por la Casa Blanca.

Trump, sin embargo, reiteró que encarará "con corazón y compasión" la situación de los miles de indocumentados que se beneficiaron del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y pudieron frenar su deportación, obtener un permiso temporal de trabajo y, en algunos estados, una licencia de conducir.

"Debemos tener corazón y compasión para los estadounidenses desempleados, que luchan y han sido olvidados", añadió el mandatario, en un claro guiño a la clase trabajadora.

La decisión del Gobierno no entrará en vigor hasta el 5 de marzo de 2018, dentro de seis meses, periodo en el que el Congreso, el único con poder para cambiar el sistema migratorio, debe encontrar una solución para regularizar la situación de los jóvenes indocumentados, conocidos como "soñadores" (dreamers).

El programa de DACA fue promulgado en 2012 por Obama mediante una orden ejecutiva y gracias a él unos 800.000 jóvenes indocumentados han podido frenar su expulsión del país, obtener un permiso temporal de trabajo y, en algunos estados, una licencia de conducir.

Los beneficiarios de DACA debían de renovar su inscripción en el programa cada dos años para seguir recibiendo sus beneficios.

Al respecto, el Gobierno determinó que los "soñadores" que tengan pendiente renovar su inscripción a DACA deben hacerlo antes del 5 de octubre, momento en el que ninguna nueva petición será aceptada, informaron en una conferencia de prensa altos funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional, que pidieron el anonimato.

La secretaria en funciones del Departamento de Seguridad Nacional, Elaine Duke, se encargó de rescindir el programa al suspender el memorándum que lo creó el 15 de junio de 2012, informaron las mismas fuentes del Departamento de Seguridad Nacional.

La protesta de los jóvenes inmigrantes no se hizo esperar y con pancartas rechazaron la decisión.

Duke tomó esa decisión después de que Sessions le enviara este lunes una carta, en la que consideraba que DACA debía ser suspendido.

Trump ha recibido una gran presión para acabar con DACA por parte de fiscales generales de nueve estados conservadores, encabezados por Texas y que amenazaron con interponer hoy mismo una demanda contra el Gobierno si no derogaba el programa.

Por su parte, el expresidente estadounidense Barack Obama lamentó que se haya arrojado "una sombra" sobre miles de inmigrantes y tildó la decisión adoptada por su sucesor, Donald Trump, de "cruel" y "errónea".

"Una sombra se ha arrojado sobre algunos de nuestros mejores y más brillantes jóvenes. Apuntar a estos jóvenes es erróneo (...) y es cruel", afirmó en un comunicado Obama.

"Sean cuales sean las preocupaciones y quejas que los estadounidenses puedan tener sobre la inmigración en general, no deberíamos amenazar el futuro de este grupo de jóvenes que están aquí sin haber cometido una falta, no suponen una amenaza y no están arrebatando nada del resto de nosotros", explicó Obama en su contundente nota de rechazo, divulgada en su página de Facebook.

Por ello, el exmandatario subrayó que la cuestión de los "soñadores", como se conoce a estos jóvenes indocumentados que llegaron a EE.UU. como niños, versa "en último término, sobre la "decencia básica".

"Esta cuestión se resume en si somos gente que echamos de una patada a los jóvenes esperanzados que se esfuerzan fuera de EE.UU., o si los tratamos del modo que querríamos que se tratase a nuestros hijos", agregó.

"Se trata de quiénes somos como pueblo, y quién queremos ser", indicó Obama, quien dejó la Casa Blanca en enero de este año después de alcanzar la Presidencia en 2009.

EFE

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