Una madre desconsolada llora la muerte de su hijo a las afueras de Medicina Legal en Barranquilla. 

Carlos Eduardo Martínez Argüello, de 21 años, fue asesinado con arma blanca en medio de una riña ocurrida en la carrera 8A sur con calle 80, en el barrio Santa María.

El joven fue atacado por dos vecinos con quienes creció desde pequeño. 

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“¿Porqué le quitaron la vida a mi hijo?. Él estaba conmigo viendo televisión y le dije que se quedara. Quería llegar lejos con su modelaje. Me quería sacar del barrio y no pudo sacarme de ahí. Mi hijo se cuidaba mucho”, fueron las frases que a gritos decía la mamá de Carlos. 

Según Rafael Suárez Giraldo, su padre de crianza, el hecho ocurrió cuando Carlos intentó proteger a su perro 'Zeus', un pitbull que se había escapado de la casa.

“Nosotros estábamos en nuestra vivienda haciendo la siesta y a las 12 nos llamó una vecina, nos toca la puerta y nos dice que a Carlos se lo habían llevado herido a la clínica y que iba muy mal. Dijo que tuvo una riña con Ferney y que el perro se había escapado, entonces él (agresor) intentó herir al animal y fue cuando comenzó la riña entre los dos ”, contó Rafael a Zona Cero. 

Según el padrastro de Carlos, el agresor en compañía de su hermano siguieron amenazando con apuñalearle el perro y Carlos les habría respondido que "por qué, si no les está haciendo nada. Pero como que no le gustó la respuesta y  fue cuando lo atacaron”.

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“Uno de ellos agarró a Carlos Eduardo y el otro lo apuñaló en el corazón”, expresó. 

Carlos fue llevado de urgencia al Camino Santa María, pero no logró sobrevivir a la herida.

El joven era un apasionado del ejercicio. Todas las noches entrenaba en la terraza de su casa y soñaba con ser modelo profesional. 

Carlos quería ser modelo profesional. Cortesía.

“Duraba hasta las 12 o 1 de la mañana haciendo ejercicio, se reposaba y se acostaba. Se cuidaba mucho porque quería ser un modelo de alto nivel. Había prestado el servicio y desde entonces le gustaba trasnochar”, dijo el familiar.  

Mientras trabajaba para perseguir su sueño de ser modelo, Carlos también hacía un curso de vigilancia que había iniciado a principios de año. 

Los familiares de Carlos Eduardo hicieron un llamado a la tolerancia y al respeto por la vida. 

“Todos somos seres humanos y tenemos familiares que nos aman. Nadie sabe lo que cuesta criar a un hijo”, expresó con tristeza.

Hay que precisar que los señalados del crimen fueron capturados por las autoridades poco después del suceso. 

Jefferson Tapia Manjarrez, de 19 años, fue detenido como presunto autor del hecho, y su hermano de 17 años, como presunto cómplice.