El tanque subterráneo de aguas de la segunda etapa es antihigiénico, denuncia la comunidad.
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Zona Cero

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“¿Qué esperan, que en Malambo pase lo del edificio Space?”

Habitantes de la Ciudadela Real del Caribe insisten en denunciar fallas estructurales en la construcción. Diputada Lourdes López exige que Gobierno Nacional hagan cumplir póliza de garantía.

José Granados Fernández

“Uno está aquí porque le toca, porque en otro caso ya uno se hubiera ido. Esto está muy mal hecho, no es lo que nos prometieron: una vivienda digna”.

La afirmación es de Belkis Viloria, una de las 4.000 personas que desde 2014 comenzaron a vivir en la Ciudadela Real del Caribe, conjunto residencial de 720 apartamentos construidos en Malambo dentro del Plan de 100 mil viviendas gratuitas que lanzó el Gobierno Nacional en aquella época.

El descontento de la mujer, manifestado a Atlántico en Noticias y Zona Cero.com, es el mismo que expresan la mayoría de las familias por las fallas estructurales que no han sido solucionadas, las cuales denunciaron desde que recibieron sus propiedades de parte de la empresa ECO, con sede en Manizales, contratada por el Ministerio de Vivienda en la época de Germán Vargas Lleras.

Por el contrario, los habitantes de la Ciudadela Real del Caribe siguen temiendo que en cualquier momento suceda lo peor, por lo que insisten en denunciar que hubo irregularidades y que en la construcción de los apartamentos, presuntamente, utilizaron poco material o material de mala calidad, tal como lo afirma Carmelo Álvarez, administrador de la segunda etapa.

“Aquí hubo mucho material que se robaron, mucho material que no entró y trabajos que hicieron de manera indebida. Por ejemplo, la tubería del alcantarillado que debía ser de 8 pulgadas, la pusieron apenas de 6. El cemento que debían utilizar no fue el suficiente. Por decir algo: si era una bolsa de cemento por metro cuadrado, apenas utilizaron media. Como se pueden dar cuenta, a las plantillas les tiraron un jua jua, tanto que usted mete la uña y levanta esas plantillas. Entonces, eso nos está demostrando que sí hubo deterioro, que sí se robaron el material, que si utilizaron material de mala calidad”.
 

¿Y los gatos hidráulicos?

A raíz de las fallas estructurales denunciadas en los bloques A y F de la segunda etapa, la constructora ECO instaló unos ‘gatos hidráulicos’ para sostener las edificaciones, pero Jorge Arias, presidente de la Junta de Acción Comunal, denuncia que posteriormente los cambiaron por un sistema de tubos que se está oxidando; además se notan fracturas en los anclajes sobre la loza que hace las veces de voladizo y pasillo para ingresar a los apartamentos:

“Ellos (la constructora) colocaron unos ‘gatos’ por seguridad, unos tubos que no son aptos para soportar las estructuras porque no tienen el año y ya están presentando deterioro. Por el peso de los voladizos estamos corriendo un peligro, porque, Dios no lo quiera, se pueden ir al piso. Ese es el riesgo que estamos corriendo en esas construcciones”, señala Arias.

Como si fuera poco, en los apartamentos, que de acuerdo con el Ministerio de Vivienda tuvieron un valor de 29.711 millones de pesos, hay problemas de humedad; taponamientos y rebosamientos de las alcantarillas; deterioro acelerado de los pisos; oxidación de pasamanos y barandas; nunca fue instalado y ya está oxidado el sistema contra incendios; las áreas comunes fueron entregadas llenas de piedras y cuando sopla la brisa se sienten malos olores que invaden en especial los apartamentos ubicados en el quinto piso de cada uno de los bloques habitacionales construidos.

El tanque subterráneo de aguas de la segunda etapa es antihigiénico, denuncia la comunidad.

Servicios públicos deficientes

A las fallas estructurales se suman las de los servicios públicos. “A nosotros nos ponen al agua en los apartamentos cada 3 días, media hora de agua a cada apartamento, pero en el cuarto y quinto piso el servicio llega deficiente porque como abren del primero al tercer piso la presión no alcanza y cuando queremos coger agua ya la quitan, por lo que después tenemos que comprar agua. Eso no está bien porque uno se gasta 1.000 pesos por una pimpina. Yo en este momento estoy necesitando 8 pimpinas, así que saque las cuentas”, explica en detalle Eliat Morales, ama de casa.

Además del deficiente suministro, su vecina Maribel Rivera afirma que tienen problemas el agua que reciben de la antihigiénica alberca subterránea, que está llena de toda clase de bichos y alimañas, no pueden beberla ni usarla para preparar los alimentos y menos para bañarse. “El agua de la alberca está saliendo muy babosa y cuando unos se baña nos está dando rasquiña en el cuerpo”, se queja Rivera.

En cuanto al servicio de energía, en meses pasados descubrieron, por lo menos en la segunda etapa, que los contadores de luz no corresponden a los apartamentos donde están instalados; y hay casos en los que la facturación mensual supera los 150 mil pesos, denuncian los moradores.
 

Favorecen a constructor

La falta de soluciones a los múltiples problemas en Ciudadela Real del Caribe ha llevado a los habitantes a concluir que en el Ministerio de Vivienda están protegiendo a la constructora ECO; denuncian que ni siquiera les entregan las actas de las reuniones que han sostenido con funcionarios de ese despacho gubernamental:

“Cada vez -afirma Álvarez- que hacemos un reclamo o anunciamos una acción en favor de nosotros, recibimos (de parte del Ministerio) un reproche. Siempre nos dicen que no tenemos que hacer eso, que no vamos a lograr ningún resultado; que no podemos presentan una demanda porque no nos va a dar resultado. Y yo pregunto: ¿por qué no va a dar resultado una denuncia, una demanda, si aquí las cosas no se hicieron bien”.

Mientras los habitantes de la urbanización, donde 2 niños murieron por causas atribuibles a fallas en la construcción, siguen esperando que se cumpla el anuncio que en septiembre de 2015 hizo el Ministerio de Vivienda de aplicar la póliza de garantía a la constructora, Jorge Arias, visiblemente preocupado, pregunta: “Por qué el Gobierno Nacional no actúa. Qué esperamos, que nos caiga esta edificación encima, como en el edificio Space”, que colapsó en Medellín en 2013 y dejó 12 personas muertas.

Más vehemente, el administrador Carmelo Álvarez clama para que la Asamblea del Atlántico no deje de interesarse en la búsqueda de soluciones a las 720 familias que recibieron sus apartamentos con notables deficiencias en la Ciudadela Real del Caribe, y cuestiona al cabildo municipal. “Aquí en el municipio de Malambo hay 17 concejales y ni uno se ha pronunciado sobre este caso. Por qué no se han pronunciado, porque no les interesa o porque no quieren que se les prensa el rabo”, enfatiza.

No más paños de agua tibia

Ante este panorama, la diputada Lourdes López insiste en que el Gobierno Nacional “debe hacer efectiva la póliza de garantía” de la obra con el fin de reparar las fallas estructurales existentes. “Yo he llevado a la Ciudadela Real del Caribe a ingenieros y arquitectos particulares y me han dicho que allí no pueden seguir tomando decisiones que sean pañitos de agua tibia, y han dicho que lo que debe hacerse son trabajos de fondo en este condominio porque fue hecho con muy mala calidad”.

No duda López en afirmar que como se trataba de viviendas para personas de escasos recursos, entre ellos desplazados por la violencia, no fueron invertidos los dineros suficientes del presupuesto destinado para la obra.

“El daño que les están haciendo a estos habitantes es enorme porque ellos no van a poder acceder a otro tipo de programa de vivienda digna pues ya aparecen en la base de datos del Ministerio como beneficiarios”, indica la diputa y enfatiza que “el peligro de que haya más muertes fatales, además del caso de los dos niños, está aun latente”.
 

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