La Empresa Comunitaria de los Montes de María, en el departamento de Bolívar, constituida por víctimas del conflicto armado, empezó a comercializar sus productos agrícolas con la cadena de almacenes Éxito, en las ciudades de Sincelejo y Montería, específicamente papaya y sandía, frutas que se venderán bajo el sello ‘Somos rurales monterianos’.

La ministra de Trabajo, Griselda Janeth Restrepo Gallego, explicó que se trata de un trabajo adelantado desde el programa del Grupo Interno de Trabajo de Reparación a las Víctimas del Conflicto Armado de la cartera laboral, en este caso con las veredas de Altamira y Mala Noche de Carmen de Bolívar.

Allí más de 200 familias se beneficiarán de esta alianza público privada, cuya consolidación permite la generación de empleo y de ingresos, pero sobre todo un nuevo amanecer para estas personas, luego de tantos años de padecer las consecuencias de la guerra.

“Lo importante de este logro es que estamos pasando del tema de los cultivos a la comercialización, un resultado de más de tres años de trabajo bajo la línea de emprendimiento rural, de fortalecimiento de procesos y de la cadena productiva”, dijo.

Y agregó que “ahora el Ministerio, gracias a este trabajo organizativo, ya ha acumulado una práctica fundamental con las comunidades y con el sector empresarial, de tal forma que se pueda compartir esta experiencia y metodología con muchas otras zonas del país, en este momento de construcción de la paz”, sostuvo la Ministra del Trabajo.

Además de papaya y sandía, otros productos con los que trabajan estas comunidades son melón, piña, ñame, yuca, ahuyama, maíz, batata, berenjena, habichuela y pimentón.

Gallego Restrepo destacó además que este es un fruto que empieza a consolidarse luego de la firma de la paz entre el Gobierno Nacional y las Farc, teniendo en cuenta que muchas de estas familias han podido retornar a sus sitios de origen, y el personal de asistencia técnica del PNUD puede desplazarse en esta zona sin problemas.

Recientemente en Carmen de Bolívar, en la vereda Loma Central, se entregó un molino de arroz para facilitar todo el proceso de este producto, el cual es co-administrado por la Asociación agropecuaria mixta María La Alta.

La Unidad para la Atención y Reparación de Víctimas adelanta procesos de acompañamiento productivo en gran parte del territorio nacional, beneficiando alrededor de 25.000 familias.