Las instalaciones en Luruaco.
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José Granados

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Primera Infancia: contrato Fidasvu – ICBF pensó en el contratista, no en los niños

En Luruaco, la Alcaldía halló excrementos de ratas e infraestructura deteriorada en la sede que acondicionan a la carrera. En Repelón, las dos casas alquiladas no cumplen exigencias del mismo Bienestar Familiar.

Por José Granados Fernández
@JoseGranadosF


“No apto para la atención de los niñas y niñas de Luruaco” y con un “nivel de cumplimiento desfavorable”. A estas dos conclusiones llegó un equipo técnico de la alcaldía municipal para descalificar las instalaciones que la Fundación Integral de Atención de Sectores Vulnerables, Fidasvu, alquiló para atender a 210 niños del programa de Primera Infancia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF.

Al operador, que debe atender además 540 niños de Repelón, el director (e) del Atlántico y director nacional de Primera Infancia, Carlos Aparicio, le adjudicó un contrato por 1.819 millones de pesos sin contar con la infraestructura que cumpla con las estrictas exigencias que el mismo Bienestar Familiar requiere para estos casos.

En el acta de visita en poder de Emisora Atlántico, Zona Cero.com y CV Noticias, entregada al alcalde Antonio Roa, los secretarios de Salud, Desarrollo Social, Planeación y de Gestión del Riesgo concluyeron que se evidencia que el lugar seleccionado por Fidasvu “no cuenta con condiciones sanitarias favorables para prestar el servicio de calidad”, y diagnosticaron que “la infraestructura presenta deterioro por el paso del tiempo, representando un riesgo para la integridad de los menores”.

Como si fuera poco, el documento dice que en el manejo ambiental se nota la “falta de control de vectores”, lo que expone a los niños al “contagio de enfermedades transmitidas por excretas de animales a humanos”. Los funcionarios de la alcaldía de Luruaco advierten que encontraron “excrementos de ratas” y otros animales como palomas, además de hormigas y comején.

El informe fue enviado por el alcalde Roa al director contratante Carlos Aparicio, pero este afirma que ese documento “para nosotros no rige, para nosotros (rige) el nuestro, el de infraestructura, el de la visita técnica”.

El martes, Emisora Atlántico, Zona Cero.com y CV Noticias constataron que la Fundación Fidasvu convertía esos depósitos para guardar elementos dañados en la sede para cumplir el contrato. Allí pintaban paredes y construían a toda carrera los baños, pero el sitio carecía de otras garantías, entre ellas, cielo raso y pisos antideslizantes; sobre una zanja de desagüe de agua de lluvia había una rejilla oxidada y partida, de grave riesgo para los niños si corren por el patio; los salones no tenían ni puertas, tienen mala ventilación, deficiente iluminación y no contaban con las dimensiones adecuadas para garantizarles los 2 metros cuadrados que cada niño necesita.

De acuerdo con este estándar, si en un salón solo pueden tener hasta 20 niños y en total son 210 los que deben atender, allí se necesitan 10 salones y solo hay 6 o 7. ¿El Bienestar Familiar va a hacinar a los menores para atenderlos?, es la pregunta pertinente.

De manera inexplicable solo el martes personal del Centro Zonal de Sabanalarga estaba levantando un informe de las condiciones del sitio. ¿Acaso no debieron hacer esta labor, este inventario antes de adjudicar el millonario contrato? Los funcionarios del Bienestar Familiar dijeron que no podían dar declaraciones.

Descontento con el ICBF

En momentos en que estaban maquillando este lugar, el líder cívico Humberto Currea declaró que “el sitio no tiene las condiciones reales para atender a los niños. Este programa lo queremos en Luruaco y vamos a pelear para que se quede”, dijo el líder social Humberto Currea.

Cuando Currea se refería a que iban a “pelear para que se quede el programa” se refería a que la Coordinadora Zonal del ICBF en Sabanalarga, Stepanova Viana, amenazó a los alcaldes de Luruaco y Repelón, Enrique Escobar, según ellos mismos denunciaron, con llevarse los cupos de Primera Infancia para otros municipios si no aceptaban al operador Fidasvu escogido por ella y contratado después por Aparicio.

“No entendemos que la directora zonal del ICBF diga semejantes expresiones, de manera alocada, que ponen en riesgo los derechos constitucionales de los niños; no vamos a aceptar que el programa se vaya para otro Municipio”, insistió Currea.

A las carreras estaban adecuando la sede donde iban a recibir a los niños.

Con el contrato firmado en sus manos, Enildo Altamar, quien también ejercía labores de veeduría durante la jornada de maquillaje del patio de la iglesia cristiana, no se mostró conforme con lo que veía.

“Las consideraciones del contrato establecen que debe tener unas condiciones especializadas el lugar donde se va a prestar el programa de Primera Infancia, lo que sí es cierto es que este lugar no cuenta con las condiciones especializadas, son improvisadas, es obvio, claro y evidente”, manifestó Altamar.

Hacinamiento en Repelón

En Repelón las condiciones para los niños de parte de la Fundación Fidasvu tampoco son favorables. El personero Rey David Diado; el Comisario de Familia, Guillermo Ruiz; y el secretario general, Alberto Ramos, encontraron que el lunes y martes los 540 niños de Primera Infancia estuvieron hacinados en el Centro de Desarrollo Integral, CDI, que construyó la Gobernación del Atlántico y que ahora será operado por la entidad contrata.

El CDI tiene capacidad para 300 niños, los restantes 240 deben ser atendidos en otra sede. Sede que tiene que alquilar el operador Fidasvu, porque así lo dice el contrato, pero la coordinadora zonal, Stepanova Viana, obligó al alcalde Escobar a alquilar dos casas con la amenaza de que se llevaba los cupos para otra población.

Las casas están en el barrio Paraíso. Hasta allá llegaron Emisora Atlántico, Zona Cero.com y CV Noticias acompañando al Personero, al Comisario de Familia y al Secretario General de la Alcaldía.

LA sede no está en condiciones para atender a los niños.

Violando las propias exigencias del ICBF, en una de las casas el patio es pequeño, lleno de chécheres y piedras; tiene en la mitad una especia de aljibe grande tapado, una alberca para almacenar agua destapa; una poza séptica en un rincón; dos baños para 100 niños, cuando debían ser al menos 5 o 6 baños con condiciones especiales; no existe el sistema de lavamanos para niños; los cuartos convertidos en salones son los normales de una casa, es decir de 9 a 12 metros cuadrados, cuando deben ser de 40; la pequeña sala hace las veces de comedor, salón de clases y salón de juegos.

No pensaron en los niños

“Se puede observar claramente que las viviendas, las edificaciones, no cumplen las condiciones mínimas para que los niños del municipio de Repelón puedan ser atendidos por la Fundación Fidasvu”, dijo el personero Rey David Siado.

Y agregó: “Lo que se observa es que no se previó lo más importante como era en dónde iban a atender a los niños de nuestro Municipio, lo que es una irresponsabilidad de parte de la Fundación Fidasvu y de parte del mismo Bienestar Familiar, que fue el que hizo el procedimiento del contrato”.

Al respecto, el comisario de familia Guillermo Ruiz lamentó que para contratar el Bienestar impone su preferencia, pero para resolver los problemas que causa su contratación, como en este caso, presiona a los entes territoriales. Y habló de corrupción.

“No es lógico que el Bienestar, que es el garante del bienestar de los niños, haga esto. Si en Repelón no hay Inspector de Familia, está el Comisario de Familia a quien debieron notificar esta novedad para hacer el seguimiento. Ahora que no se vayan a excusar por no haberlo hecho, porque para muchas cosas (como la contratación de Primera Infancia) son ellos los que asumen la conducta preferente y para cuando viene -como se dice popularmente- el chicharrón, entonces nos pasan el caso a nosotros. No es lógico que actúen de esta manera. Esto nos da a entender que este es el resultado de la corrupción que campea en esta Nación”, cuestionó Ruiz.

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