Tinción de marcadores neuronales estudiados en el del hipocampo de un ratón macho adulto.
Tinción de marcadores neuronales estudiados en el del hipocampo de un ratón macho adulto.
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Kerry R. McGreevy.- Agenciasinc

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Los beneficios cognitivos del deporte se heredan, según un estudio en ratones

Crías de los roedores más activos aprenden y memorizan mejor que las de los sedentarios, de acuerdo con la investigación de científicos españoles.

Un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha demostrado en ratones de laboratorio que los beneficios cognitivos del ejercicio físico moderado son heredados por la crías, aunque estas sean sedentarias.

Según los resultados, publicados esta semana en la revista PNAS, en un artículo denominado "Transmisión intergeneracional de los efectos positivos del ejercicio físico en el cerebro y la cognición", los hijos de los ratones corredores aprenden y memorizan mejor que la progenie de los padres sedentarios.

De acuerdo con datos de la publicación,  "los científicos analizaron los mecanismos cerebrales a través de los que esta herencia puede tener lugar".

“El ejercicio físico es bien conocido por sus efectos positivos en la salud general y específicamente en la función y la salud del cerebro”, explica José Luis Trejo, biólogo del CSIC en el Instituto Cajal y líder de la investigación.

“La actividad física paterna influye en la fisiología cerebral y la cognición de sus crías”, cuenta el investigador

“En este trabajo, la transmisión directa de los efectos inducidos por el ejercicio desde el cerebro de los padres hasta el cerebro de las camadas demuestra que la actividad física paterna influye en la fisiología cerebral y la cognición de sus crías”, añade.

Estudios anteriores ya habían demostrado la herencia por mecanismos epigenéticos de los efectos negativos del estrés sobre el funcionamiento del cerebro. En cambio, no existían evidencias claras sobre si los efectos positivos de alguna conducta podían heredarse intergeneracionalmente.

“Nosotros hemos determinado que el ejercicio de los padres hace que las crías aprendan y memoricen mejor tareas tanto espaciales como no espaciales, y qué ocurre en el cerebro para que ello suceda”, explica Trejo.

“Concretamente, hemos descrito todos los genes cuya expresión cambia en el cerebro como consecuencia del ejercicio físico, tanto en padres ejercitados como en sus crías sedentarias. Y hemos revelado que las mitocondrias del hipocampo están más activas, y que la neurogénesis hipocampal adulta está incrementada”, precisa.

 Según los expertos, estos cambios en el cerebro de las crías replican los cambios que el ejercicio indujo en el de sus padres corredores.

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