De la gran legión de buenos locutores costeños que ha transitado por la radio bogotana, únicamente dos se han consagrado como narradores de carreras de caballos: el samario Edgar Polo, quien laboró en Caracol en las décadas de los 70 y 80 del siglo anterior y se alejó del micrófono para afincarse en su natal Santa Marta a ejercer como abogado, distinguiéndose como miembro de los gremios económicos y sociales de allí y Alfredo Domínguez Mercado, originario de Cartagena, nacido 23 de junio de 1938 en el hogar católico de Francisco y Enriqueta, bachiller del Colegio Alberto Elías Fernández Baena (benemérita institución que dio prestigio a la educación en Colombia) y vigente aún en la actividad radial y periodística.

Haciendo parangón con una competencia hípica la gestión de Domínguez Mercado ha sido de aliento y resistencia, tras semejarla con los ritmos y estilos del noble corcel: al paso, al trote, al galope.

Al paso

Luego de obtener el diploma de estudios secundarios y reconocimiento como ciudadano, a los 21 años, en 1960, se produce su llegada a la radio en la emisora musical La Voz de Cartagena, cuyo director era Víctor Nieto Núñez, radioperiodista, fundador del Festival Internacional de Cine Cartagena de Indias, FICCI.

En 1960 se radica en Barranquilla y presta servicios a Radio Variedades, Emisora Atlántico, Radio Reloj, Emisora Riomar, Radio Piloto, Radio Canoa y Transmisora Olímpica, primera emisora de la familia Char.

En Barranquilla dejó amigos y amores y, raudo, continuó su vertiginoso periplo.

Al trote

Cuando considera que su paso por Barranquilla se cumplió, aplica la caminata acelerada del trote, desplazamiento más intenso que al paso y, entonces, por cortos períodos se emplea en Ondas del Caribe, de Santa Marta; Ondas de Riohacha; Radio Sincelejo; Radio Valledupar y Transmisora Río, de Montería.

Como pasaje anecdótico vale decir que Alfredo Domínguez fue comparado con Juan Eugenio Cañavera, a quien por no permanecer mucho tiempo en las emisoras fue llamado “el tren expreso de la radio, porque no paraba en ninguna estación”.

Otra etapa cumplida, pero el tour continua.

Al galope

Veloz y diligente, cual brioso rocín, Domínguez llega a Bogotá a demostrar su conocimiento radial y periodístico en 1970.

Acampa en la capital e inicia su recorrido por varias emisoras: Mil Veinte, Radio Calidad, Radio Cordillera, Radio Capital, La Voz de Colombia, Emisora Punto Cinco, Emisora Kennedy.

Para la época ya se desempañaba como corresponsal de Diario del Caribe, de Barranquilla, cuyo director deportivo Carlos Castillo Monterrosa, lo encargó de la información hípica y como tal recibe invitación del Círculo de Cronista Hípicos de Colombia, presidido por Enrique Casasbuenas Luque para asistir al Gran Derby de Hipotecho, ocasión que le valió para escribir, también, en las páginas hípicas de El Espectador, Ovaciones, La República, El Bogotano, El Periódico, 5 PM, Revista VEA, en diferentes épocas, lógicamente.

El conocimiento y manejo de la terminología utilizada en la hípica, el dominio del micrófono y su disposición lo llevaron a lanzarse como narrador de carreras de caballos, en lucha enconada con los más encopetados: Julio Nieto Bernal, Manuel Escobar Martínez, Alberto Díaz Mateus “el jinete del aire”, como en Todelar lo refundó el barranquillero Andrés Salcedo González, Álvaro y Eduardo (Lalo), Edgar Polo, Alfonso Torres y Marco Aurelio Barrera.

Durante su permanencia en Todelar, el legendario comentarista hípico Gonzalo Amor le endosó el apelativo Freddy, hipocorístico de Alfredo pero, a la vez, para evitar la cacofonía producida por AlfreDO DOminguez. En su ambiente es conocido como Freddy Domínguez.

Como récord anecdotario e histórico Domínguez ha sido el único locutor hípico que ha prestado sus servicios a las grandes cadenas radiales: Caracol, RCN, Todelar y Súper, además lo ha hecho desde todos los hipódromos del país: Hipotecho, El Rosal y Los Andes, de Bogotá; Los Comuneros, en Guarne, Antioquia; Hipódromo de la Villa, en Villa de Leiva, Boyacá y San Francisco, de la Paz, Cesar.

Como buen caribeño, dinámico y de iniciativas, Freddy Domínguez ejercitó como promotor musical para Discos Daro Internacional y Fonosón, donde impulsó a artistas como Vicki, Johnny Ventura, Los Hermanos Molina y el Gran Combo de Puerto Rico, entre otros. Productor de su propio programa musical, Debajo de la Bonga, promovió la música costeña en todos sus géneros en la capitalina Emisora Kennedy, durante 10 años continuos.

Hoy, rodeado de sus demás familiares y con el cariño, a la distancia, de sus hijas Marcela, residente en Minneapolis, Estados Unidos; Sandra Liliana en Chile, e Ingrid, Franklin y Rossemberg, en Colombia, espera superar dolencias físicas que lo mantienen alejado de la actividad y que él, a Dios gracias, confía en su pronta recuperación.

Broche de oro

Es la semblanza de un hombre costeño que ha ejercido y vivido su carrera profesional con honradez, intensidad y entrega total, sin llegar todavía a la meta.
Como en el inicio de la crónica: Freddy Domínguez Mercado, narrador hípico de pura sangre es Ícono de la radio caribeña.

*Reconocimiento a Armandito Torres Gutiérrez, ingeniero y editor sonoro  

Eduardo Rey Hernández-Vega
edwardking61@hotmail.com