Paseando en yate, manejando lujosos vehículos, viviendo en una gran casa, un cuerpo lleno de cirugías, todo a costa de de la explotación sexual, según las autoridades. Así era la vida de Liliana del Carmen Campos Puello, la mujer capturada en Cartagena por explotación y esclavitud sexual. Las autoridades venían siguiéndole la pista hace 6 meses a la que consideran mayor proxeneta de la ciudad de Cartagena y encargada de manejar un corredor sexual en la zona de las playas. De acuerdo con la Fiscalía, ella tenía toda una logística montada para captar adolescentes y mayores de edad con fines de explotación sexual y que eran sometidas a toda clases de aberraciones. Sus clientes en su mayoría eran extranjeros y su avaricia la llevó a fotografiarse contando el dinero de sus andanzas.