Miguel Ángel Borja celebrando el gol juniorista con Fabián Viáfara y Marlon Piedrahita
Miguel Ángel Borja celebrando el gol juniorista con Fabián Viáfara y Marlon Piedrahita
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Dimayor

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Volvieron los goles con Borja y 'Cariaco', pero debieron ser más: Junior empató 2-2

Rescató un punto ante Nacional, de visitante.

Junior rompió el ayuno de goles y volvió a sumar un punto, en la visita de la noche de este sábado ante el Atlético Nacional, por la fecha 13, en duelo jugado en el estadio Atanasio Girardot de Medellín que terminó 2-.2 y que le sirvió para mantenerse en la tabla de posiciones.

Cuatro juegos llevaba Junior sin anotar un gol, en ese lapso de tiempo sólo sumó un punto. En Medellín, volvió a marcar, pero solamente le sirvió para un punto, nuevamente. Eso sí, mereció mejor suerte, al menos más goles por lo que generó en la cancha. 

El ambiente del clásico de la fecha en el Atanasio Girardot estuvo trastocado como todo en estos tiempos de pandemia. La habitual tribuna viviente del templo antioqueño, palideció en el silencio de una forma anticlimática que no atestiguó la importancia del duelo. 

Pero en la cancha, la cosa fue otra. Al menos Junior asumió el partido como lo que era, un duelo definitivo, donde tenía que ganar sí o sí. Además, la estampa de Teófilo Gutiérrez en la cancha le cambió la cara por completo a los rojiblancos de lo que fueron los partidos anteriores. 

En solo 8 minutos, Junior amenazó por primera vez con seriedad en el juego. El puntero Edwuin Cetré quedó mano a mano frente al arquero José Cuadrado, quien milagrosamente logra evitar el primer gol de la visita en una reacción felina. Pero era un aviso de un ‘Tiburón’ repotenciado. 

Parte de ese mérito fue para Luis Amaranto Perea, que se la jugó con jugadores de buen pie en el fondo, como Willer Ditta y Fabián Viáfara, a perfil cambiado como lateral por izquierda. Ese fútbol desde el fondo fluía mucho mejor que con jugadores como Dany Rosero y Jeison Angulo. 

A los 9 minutos fue Miguel Ángel Borja quien tuvo una inmejorable opción de anotar. Tras un rebote en el área, y el arquero Cuadrado descolocado, Borja recibió una bola para definir, pero puso mal el botín y la esférica se fue desbordada. Una opción desperdiciada que dejó un dolor en el corazón de los hinchas. 

A los 24 de juego pasó una incidencia que cambió el rumbo del juego cuando debió salir de la cancha el punzante Freddy Hinestroza. Su lugar fue ocupado por el veenzolano Luis ‘Cariaco’ González, quien terminó por abrir la puerta de los goles. 

El venezolano hizo una pared con Marlon Piedrahíta, para luego servir un pase al área donde esta vez Borja no falló, de media vuelta y tras rozar el botín de un defensor, la esférica se fue suave contra la malla para el 1-0 parcial. Se rompió el ayuno de goles que tenía el equipo desde hace cuatro fechas.  

Nacional tiró el cuerpo hacia adelante, sacó provecho de las pelotas quietas y comenzó a encerrar en su propio arco a Junior. Parecía que el gol de los verdolagas no iba llegar. Pero la sorpresa fue amarga. 

A los 45+1, en un tiro de esquina, en el segundo palo Didider Moreno intentó despejar con un derechazo con tanta mala suerte que la pelota rebotó contra el travesaño y pasó la línea para un gol que fue revisado por el VAR y posteriormente convalidado. 

Con ese sabor amargo en la boca, los de Perea se fueron al camerino, convencidos que podían hacer un poco más en el complemento. La misión de Luis Amaranto era enfocarlos en las cosas buenas que estaban haciendo y ajustar las marcas para las pelotas quietas. Era un buen partido y el equipo se podía encarrilar. 

Sin embargo, a los pocos minutos del complemento, Borja perdonó en un contragolpe e inmediatamente llegó el baldado de agua helada, cuando Andrés Andrade se escapó por la derecha y le metió un centro a la cabeza al goleador Jefferson Duque que estaba sin marca, para voltear el marcador y poner el 2-1, a los 52 minutos. 

A los 60 minutos, Nacional casi fulminó el partido, en un tiro libre mal ejecutado que terminó en un contragolpe de Vladimir Hernández, que tras salir del arquero Sebastián Viera, definió por encima del arco. El alma en la boca la tenían los hinchas rojiblancos. 

A los 66 minutos, con Carmelo Valencia en la cancha tras la salida de un errático Didier Moreno, el atacante peleó un balón en el área y desde el suelo se la sirvió a un ‘Cariaco’ que entrando de frente, remató y la acomodó en las redes para poner el juego 2-2 con un buen gol. 

De ahí en adelante el juego se abrió. Jarlan Barrera exigió las manos de Viera, que siempre respondió; mientras que Larry Vásquez pudo sentenciar el partido a favor de la visita en el minuto final, pero su tiro salió por las nubes. 

Al final, un 2-2 digno de un clásico, pero que debió ser más para la visita que a pesar de todo rompió la hambruna goleadora y volvió a sumar puntos y que ahora deberá enfocar su artillería en un complicado América, en otro duelo clásico de la jornada. 

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