Michael Sneed en una acción de partido.
Michael Sneed en una acción de partido.
Foto
Cristian Merso

Share:

Titanes remontan, ganan en tiempo extra y quedan a un triunfo del título

Los barranquilleros vencieron 114-108 a los Warriors de San Andrés.

Con una remontada de ensueño, los Titanes de Barranquilla vencieron la noche de este viernes en el segundo tiempo extra 114-108 a los Warriors de San Andrés para pasar a liderar la serie final 2-1 y quedar a tan solo un triunfo de coronarse por primera vez campeones de la Liga profesional de Baloncesto de Colombia.

Por los Titanes el más destacado fue el americano Xavier Roberson con 37 puntos, 8 rebotes y 3 asistencias, quien lideró de principio a fin la remontada de un equipo que fue creado faltando quince días para el inicio de torneo y que este sábado podría coronarse campeón.  

Las diferencias fueron escasas entre los dos quintetos desde el inicio. Los Titanes, dueños de casa, acompañados por una de las mejores entradas del año, quisieron marcar la diferencia de entrada, con la figura de Troy Jones, quien marcó la primera cesta del juego, en una falta de tiro libre, no de gratis es el tercer mejor anotador de tiros de castigo del equipo, con una efectividad del 64%.

Sin embargo, los Warriors demostraron que no iban a ser unos huesos fáciles de roer. Su mejor juego debajo del aro, tanto al ataque como a la defensa, pronto comenzó inclinar el maderamen a favor de los visitantes que tomaron la ventaja del marcador gracias a un buen remate de cuarto de Jhon Hernández, para dejar el marcador 19-21 antes del primer descanso.

Xavier Roberson.

El segundo cuarto, más vibrante aún, con propuesta de ida y vuelta y marca individual en ambos quintetos disparó las emociones. Los Titanes se vieron mucho más cómodos y ahora liderados por Xavier Roberson que en ese momento cargaba 13 puntos en la espalda, logra poner la cuenta a favor de los de casa. 

Sin embargo, un error a pocos segundos del final del último minuto del segundo periódo,  facilitó la anotación de Jaylen Johnson sobre el aro de la calle 70, para dejar el marcador igualado a 41 cuando ya se había cumplido la primera mitad de partido. 

En el descanso las diferencias, al menos desde donde las cifras apuntaban, eran casi inexistentes, la efectividad de Titanes era del 43% por el 47% de los Warriors, de otro lado,  Roberson era el mejor en los de casa con 13 puntos por 10 de Jaylen Johnson en la visita. 

Nadie dijo que la final iba ser fácil, pero las emociones al descanso eran mucho más de las que se esperaban. Con sus jugadores en las duchas, el entrenador Tomás Díaz fue con la voz de alerta para ellos, si querían el triunfo, la pelea para la segunda mitad sería mucho más ardua.

El inicio del tercer cuarto fue más que prometedor, en menos de un minuto los de casa lograron cinco puntos para tomar la ventaja. La ofensiva de Titanes se volvió más que pasional, a tal punto que Troy Jones, en una volcada, literalmente, tiró el aro al piso cuando faltaban 5:17 por jugar y el marcador estaba 54-46 a favor de los barranquilleros. 

Tras una breve para, el juego se reactivó y la marea iba en contra de los isleños, quienes a falta de 3:42  le dieron la oportunidad a Titanes de tomar hasta once puntos de ventaja, guiados por un activo Héctor Díaz, pero aún con el sufrimiento de las jugadas bajo el aro, donde la efectividad no aparecía, sobre todo para llevar la tranquilidad a la defensa. 

Pero lo que parecía una oportunidad perfecta para abrir tierra de por medio se transformó en discusiones entre los aficionados en la grada, que sacaron de punto a los jugadores en el campo. Pronto llegaron las faltas infantiles y la acumulación en el tablero. 

Momento en que se descompone un aro.

Los Warriors fueron recortando sistemáticamente la ventaja en la pizarra y a falta de un minuto para el final del capítulo, ya estaban en ventaja nuevamente 59-64, tirando al tras los primeros y productivos minutos para los de casa, que se vieron frustrados por como se les había ido el partido de las manos.

Así las cosas cosas los Titanes dejaron ir once de ventaja para cambiarlos por siete de inferioridad y a falta de 10 minutos por jugar en el último y definitivo cuarto, el tanteador era de de 60-67 en la pizarra.

La lucha en capítulo en la fracción final fue intensa. La diferencia se volvió un elástico que en los primeros cinco minutos se conservó en siete, para bajar a cinco, encoger a cuatro y luego volver a estirar a siete. 

Era una locura que los barranquilleros sustentaban con tiros fuera del perímetro y que los isleños solventaron con su mayor eficacia en el aro. Adicionalmente, los aficionados hicieron del estadio un hervidero. Todo estaba servido para tres minutos finales de locura con el marcador 76-82 y Warriors acumulados.

Sin embargo, la presión del reloj en contra y la diferencia de puntos fue una situación insalvables para unos Titanes cuyos nervios los traicionaron en los momentos más delicados. Pero para dramas los triples, que con dos seguidos a falta de 46.7 segundos, pusieron la diferencia en el marcador a  4 puntos. 

A esa altura, muchos prefirieron irse del escenario. Fanáticos de poca fe. Contra todo pronóstico, la igualdad llegó en los segundos finales, donde, más por amor propio que por otra cosa, llevaron a la paridad el último cuarto para obligar al tiempo adicional, con pizarra de 89-89 y, es más, para apunto de lograr la cesta del triunfo si no es que Roberson falla el tiro de último segundo. 

La paridad se mantuvo inobjetable en el primer tiempo extra, que reflejo 101-101. Nadie se movió de sus sillas para ver los cinco minutos finales del partido que definirían el partido. En ellos, un Roberson iluminado, con el coro de Héctor Díaz, empujaron al equipo al triunfo final de  114-108. 

Los barranquilleros hicieron la proeza y se pusieron 2-1 arriba en la serie, a un juego del triunfo. A cuatro cuartos de la gloria, a un partido de la historia, mismo que se jugará este sábado en el Coliseo Elías a las 6:00 de la tarde, con la entrada gratis para los niños .

Más sobre este tema: