Es una iniciativa del Cerrejón: dos "ferrotanques", vagones con capacidad para almacenar 89.000 litros de agua potable que va distribuyendo en la zonas desérticas por donde pasa.
La multinacional inglesa, propietaria del 40% de Cerrejón, adujo pérdidas en el último año por el orden de los 5 mil 600 millones de dólares en el mundo.